De los tres a los seis meses, los niños reaccionan con especial intensidad a los objetos nuevos. Los juguetes familiares ya no despiertan mucho interés. A esta edad, un niño se interesará por los cubos.
El niño empieza a comprender su identidad, se mira al espejo con placer. Ya comprende que lleva algo puesto, se tira de la ropa, dándose cuenta de que puede manipularla.
A esta edad, el niño ya manipula su cabeza con confianza. La sostiene durante un buen rato, boca abajo, y boca arriba, la levanta con facilidad y la gira con alegría, observando lo que sucede a su alrededor.
El juego es un proceso de aprendizaje, enseñanza y consolidación de lo aprendido por un niño. Al jugar, los niños aprenden sobre el mundo que los rodea. El juego abarca todo lo que contribuye al desarrollo de las capacidades físicas, los sentidos, el pensamiento y la inteligencia del niño.
Durante los dos primeros meses, el peso del bebé aumenta entre 750 y 900 g al mes, y su altura, 2 cm al mes. Pero si su bebé se desvía un poco de estas cifras promedio, no hay de qué preocuparse.
Al final del primer mes de vida, la circulación sanguínea, la respiración y la digestión del bebé ya están bien reguladas. Posee un conjunto completo de reflejos: succión, protección, orientación, prensión y otros.
Normalmente, un niño tiene buena audición. En el útero, podía distinguir las voces de su madre y de otros familiares. Por eso, tras nacer, reconoce inmediatamente la voz de la madre y se tranquiliza al escuchar sus palabras cariñosas.
Con la primera respiración, comienza una reestructuración del cuerpo del niño: el aire empieza a circular por los pulmones. Como resultado, se activa la circulación pulmonar, que no funcionaba en el útero.
Tras el nacimiento del bebé y la succión de la mucosidad de su boca y nariz, comienza a respirar por sí solo. Esto suele ocurrir después de 10 a 20 segundos, ya que para que se produzca la primera respiración, deben producirse ciertas reconfiguraciones en sus sistemas cardiovascular y respiratorio.
Desde 1961, la OMS recomienda que todos los recién nacidos con un peso inferior a 2500 g se consideren de bajo peso al nacer. Esta postura no es compartida actualmente por muchos investigadores, ya que eliminó los conceptos de prematuridad y edad gestacional al evaluar la condición del niño.
