Anfetaminas: dependencia de las anfetaminas

Las anfetaminas potencian la actividad dopaminérgica principalmente estimulando la liberación presináptica de dopamina, en lugar de bloquear la recaptación de dopamina como ocurre con la cocaína. En algunas zonas de Estados Unidos, la metanfetamina es la sustancia de abuso más común, ya sea inyectada por vía intravenosa o inhalada. Causa dependencia de las anfetaminas, similar a la dependencia de la cocaína. Se observa un cuadro clínico diferente con el uso de psicoestimulantes orales recetados para bajar de peso. Estos fármacos reducen el apetito, lo que provoca una pérdida de peso a corto plazo, pero su efecto disminuye rápidamente debido al desarrollo de tolerancia. Experimentos con ratas han demostrado que, al suspender el consumo de anfetaminas, se produce un aumento de rebote del apetito, lo que resulta en un aumento de peso por encima del nivel previo a la anfetamina. Por lo tanto, los anorexígenos no pueden utilizarse solos como tratamiento único para la obesidad, sino como complemento temporal en combinación con técnicas conductuales específicas. Una pequeña proporción de pacientes a los que se les recetaron psicoestimulantes para facilitar la pérdida de peso desarrollaron posteriormente adicción a los fármacos, expresada en intentos persistentes de obtener el fármaco para obtener un efecto estimulante. Con el tiempo, la condición de estos pacientes comienza a cumplir los criterios de abuso o dependencia. El mazindol también reduce el apetito, pero tiene un efecto estimulante más débil que la anfetamina. En contraste, la fenfluramina y la fenilpropanolamina reducen el apetito sin ningún riesgo significativo de abuso. Desafortunadamente, la fenfluramina (mezcla racémica) y la dexfenfluramina han causado varios casos trágicos de hipertensión pulmonar primaria y patología de la válvula cardíaca. También se ha demostrado que la fenfluramina reduce la granulación de serotonina en cerebros de monos, aunque la importancia de este fenómeno para los humanos sigue siendo incierta. En 1997, la FDA prohibió la venta de ambos fármacos debido a la preocupación por sus graves efectos secundarios.

El khat es una sustancia vegetal que se utiliza en África Oriental y Yemen, y que se mastica para producir un efecto estimulante. Contiene el alcaloide catinona, similar a la anfetamina. Más recientemente, se ha sintetizado metcatinona, una sustancia relacionada con efectos similares, en laboratorios clandestinos del Medio Oeste. Sin embargo, ninguna de estas drogas ha alcanzado las proporciones epidémicas que alcanzó la cocaína en la década de 1980.

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