Examen de los senos paranasales anteriores y posteriores

Los senos paranasales anteriores incluyen los senos frontales y maxilares, así como las células anteriores del laberinto etmoidal.

Posicionamiento nasomental (proyección supraoccipitoalveolar); permite obtener los siguientes datos:

• Los senos frontales suelen estar ubicados simétricamente, separados por tabiques óseos, uno de los cuales se ubica paramedialmente; su apariencia radiográfica negativa normal debe ser gris oscuro, algo más clara que las órbitas, homogénea dentro de bordes óseos claramente definidos, mostrada como una línea continua blanca;
• Las órbitas están ligeramente aplanadas debido a la proyección correspondiente; en la parte lateral inferior de ellas son visibles las sombras de las alas del hueso esfenoides;
• las células del laberinto etmoidal y sus tabiques óseos se proyectan entre las órbitas; las células posteriores del laberinto etmoidal en esta posición parecen continuar las células anteriores y se visualizan en dirección (indicada por la flecha) al ángulo superomedial del seno maxilar;
• Los senos maxilares, ubicados en el centro de la masa facial, son los más simétricos en ubicación y aproximadamente iguales en forma y tamaño; a veces dentro de los senos hay tabiques óseos (completos e incompletos), que dividen la cavidad en dos o más partes; estos tabiques se visualizan bien en las radiografías; de gran importancia en el diagnóstico de enfermedades del tracto respiratorio superior es la visualización radiológica de sus bolsas (alveolar, palatina inferior, molar y orbito-etmoidal), cada una de las cuales puede desempeñar un papel determinado en la aparición de enfermedades de los senos paranasales;
• La fisura infraorbitaria, por donde salen los nervios cigomático e infraorbitario, se proyecta debajo del borde inferior de la órbita; es importante en la realización de anestesia local-regional, y si está deformada, en la aparición de neuralgia de los troncos nerviosos correspondientes;
• La abertura redonda se proyecta en la parte medial de la imagen plana del seno maxilar (en la radiografía es claramente visible como un punto negro redondo rodeado de densas paredes óseas) y siempre está adyacente a la imagen de la fisura esfenoidal.

La posición nasofrontal (proyección supraoccipitofrontal) permite obtener una imagen detallada de los senos frontales, cuencas oculares y células del laberinto etmoidal.

En esta proyección, las células del laberinto etmoidal se visualizan con mayor claridad, pero las dimensiones y las secciones inferiores del seno maxilar no pueden observarse en su totalidad debido a que las pirámides de los huesos temporales se proyectan sobre ellas. Cabe destacar que, con esta disposición, a pesar de la buena visualización de las células del laberinto etmoidal, se superponen a su imagen numerosas sombras de otras formaciones anatómicas del cráneo. Una característica distintiva de estas formaciones es que sus sombras se extienden ininterrumpidamente más allá de las células del laberinto etmoidal. El objetivo principal de la proyección nasofrontal es obtener una imagen detallada del seno frontal.

La vista lateral permite visualizar el seno frontal, sus paredes anterior y posterior y posiblemente el tabique intersinusal; la base de la nariz y los huesos nasales; las celdas anteriores del laberinto etmoidal; el borde externo de la órbita, que pasa a su borde superior hacia arriba y a su borde inferior hacia abajo; el seno maxilar y sus paredes en sección sagital; el paladar duro y el arco alveolar con las molares ubicadas en él; el proceso frontal del hueso cigomático; la parte media del hueso etmoides, ubicada entre el contorno del borde externo de la órbita anteriormente y la apófisis del hueso cigomático posteriormente; la bóveda de la órbita; la lámina cribiforme; los procesos cervicales; el arco anterior del atlas y una serie de otras estructuras.

Los contornos de las estructuras visualizadas suelen presentarse como líneas dobles debido a la superposición de ambas mitades del esqueleto facial. El seno esfenoidal se proyecta bajo la silla turca. La proyección lateral es importante cuando es necesario evaluar la forma y el tamaño del seno frontal en dirección anteroposterior (por ejemplo, al realizar una trepanopunción), para determinar su relación con la órbita, la forma y el tamaño de los senos esfenoidal y maxilar, así como muchas otras estructuras anatómicas del esqueleto facial y la parte anterior de la base del cráneo.

Examen de los senos paranasales posteriores (craneobasilares)

Los senos paranasales posteriores incluyen el seno esfenoidal; algunos autores clasifican topográficamente las células posteriores del hueso etmoides entre estos senos.

La proyección axial (vertexosubmentoniana) revela diversas formaciones de la base del cráneo; se utiliza cuando es necesario visualizar el seno esfenoidal, la porción rocosa del hueso temporal, las aberturas de la base del cráneo y otros elementos. Esta proyección está indicada para fracturas de la base del cráneo. En esta proyección, se visualizan los siguientes elementos anatómicos: los senos frontal y maxilar; las paredes laterales de este último y la órbita; el cuerpo del hueso cigomático (flecha inferior); el borde posterior del ala menor del hueso esfenoides; las celdillas etmoidales ubicadas a lo largo de la línea media, a veces cubiertas por cornetes nasales medios hipertrofiados.

Los senos esfenoidales se caracterizan por una considerable diversidad estructural; incluso en una misma persona, pueden presentar diferente volumen y ubicación asimétrica. Según la imagen radiográfica, pueden ser desde muy pequeños hasta extremadamente grandes y extenderse hacia las partes circundantes del hueso esfenoides (alas mayores, apófisis pterigoidea y basilar).

Además, esta proyección visualiza algunas aberturas de la base del cráneo (aberturas ovaladas, redondas, laceradas anterior y posterior), por donde suele pasar la línea de fractura en casos de traumatismo craneal (caídas sobre la cabeza, sobre las rodillas, golpes en la coronilla y el occipital). Se observan las sombras de una parte de la pirámide del hueso temporal y su vértice, las ramas de la mandíbula inferior, la apófisis de la base del occipital, el atlas y la gran abertura occipital, donde se aprecia la sombra del diente de la segunda vértebra cervical.

Además de las proyecciones estándar enumeradas anteriormente, que se utilizan en el examen de rayos X de los senos paranasales, hay una serie de otros diseños que se utilizan cuando es necesario ampliar y resaltar más claramente cualquier zona anatómica y topográfica.

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