Trastorno del habla expresiva (subdesarrollo general del habla) en niños

El trastorno del lenguaje expresivo (subdesarrollo general del habla) es una de las formas de trastorno específico del desarrollo del habla, en el que la capacidad del niño para utilizar el lenguaje hablado está significativamente por debajo del nivel correspondiente a su desarrollo mental, aunque la comprensión del habla no suele verse afectada.

Clasificación

Según la clasificación logopédica, el trastorno del habla expresiva corresponde al subdesarrollo general del habla de los niveles 1-3.

Con un subdesarrollo general del habla del primer nivel (alalia), el niño es prácticamente silencioso, mientras que pueden no detectarse trastornos específicos de la comprensión del habla y de la inteligencia (en la mayoría de los casos, la inteligencia está por debajo de la media).

Causas y patogenia

La base de estos trastornos es un retraso en la maduración de las conexiones neuronales causado por daño orgánico en las zonas del habla de la corteza (en las zonas poscentral y premotora del hemisferio izquierdo dominante en personas diestras). Existe evidencia del papel de los factores genéticos. Un entorno social desfavorable, en el que el niño entra en contacto con personas con un bajo nivel de desarrollo del habla, es de cierta importancia.

Síntomas

El subdesarrollo general del habla de los niveles 1-3 se manifiesta por la diversa gravedad de los trastornos del habla expresiva. Se observan vocabulario pobre, bajo nivel de generalización verbal, dificultades en la expresión oral detallada, agramatismos (errores en el uso de las terminaciones de las palabras, violaciones de la formación de palabras), dificultades en el uso de preposiciones, verbos y conjunciones. El uso adecuado de observaciones no verbales, gestos y un deseo de comunicarse son característicos. El deterioro del lenguaje hablado se hace evidente desde la infancia sin una larga fase de uso normal del habla. Y aunque el desarrollo normal del habla es en gran medida individualizado, la ausencia de palabras individuales o formaciones del habla cercanas a ellas a la edad de dos años o frases simples de 2-3 palabras a la edad de tres años debe considerarse un signo de retraso. El subdesarrollo del habla inhibe el desarrollo de la actividad cognitiva del niño, que a menudo se manifiesta por un retraso en el desarrollo mental en general.

Diagnóstico diferencial

La diferenciación con trastornos secundarios causados por la sordera se basa en los datos del examen audiométrico y la presencia de signos patológicos cualitativos de patología del habla.

La diferenciación de la afasia o disfagia adquirida causada por patología neurológica se basa en la descripción del período de desarrollo normal del habla antes de la lesión u otros efectos exógeno-orgánicos, manifestación del proceso orgánico endógeno. En casos dudosos, se utilizan métodos instrumentales (EEG, eco-EG, resonancia magnética cerebral, tomografía computarizada cerebral) para realizar el diagnóstico diferencial y establecer la lesión anatómica.

La diferenciación con trastornos generales del desarrollo se basa en signos como la ausencia de juego imaginario en niños con trastorno general del desarrollo del lenguaje interno, uso inadecuado de gestos, trastornos en la esfera no verbal de la inteligencia, etc.

Tratamiento

Cursos de logopedia, sesiones con psicólogo, tratamiento de consulta con psiquiatra según indicación.

Pronóstico

El máximo desarrollo posible de la función del habla y la compensación de trastornos mentales y psiconeurológicos.

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