Cuando se produce una estrangulación, los órganos que han caído de la cavidad abdominal quedan comprimidos en la abertura herniaria; en este caso, los órganos permanecen en el canal inguinal.
Esta patología tiene sus propias características clínicas y evolutivas: el diagnóstico lo establece un cirujano, al que se recomienda contactar ya ante los síntomas iniciales de la enfermedad.
Esta condición puede ser congénita o aparecer simultáneamente con cambios relacionados con la edad y se observa significativamente más a menudo en la población masculina que en las mujeres.
La hernia inguinal se considera una enfermedad bastante común y responde bien al tratamiento, pero, como cualquier enfermedad, puede tener algunas complicaciones.
Esta patología puede presentarse de forma independiente o en combinación con otras anomalías, por ejemplo, con defectos como el hidrocele o la patología del cordón espermático.
