La oncocercosis es una biohelmintiasis transmisible. Los adultos viven libremente en el tejido subcutáneo o dentro de una cápsula (nódulo). Las microfilarias se acumulan en la piel y en los ganglios linfáticos.
La loalosis es una biohelmintiasis transmisible. Los individuos maduros parasitan en la piel, el tejido subcutáneo, debajo de la conjuntiva ocular y bajo las membranas serosas de diversos órganos humanos. Las larvas (microfilarias) circulan en la sangre.
La wuchereriasis es una filariasis transmisible, biohelmintiasis y antroponosis. Los adultos viven en los vasos linfáticos y las larvas (microfilarias) en la sangre.
La anquilostomiasis es una geohelmintiasis. Los helmintos adultos parasitan el duodeno y el yeyuno de los humanos. La anquilostomiasis incluye dos helmintiasis: la causada por el anquilostoma del duodeno (Ancylostoma duodenale) y la causada por el anquilostoma (Necator amencanus).
Nematodosis: enfermedades causadas por nematodos, gusanos redondos parásitos. Son comunes en todos los continentes. Alrededor de 3 mil millones de personas en el mundo están infectadas con nematodos.
Las cestodosis son helmintiasis causadas por agentes pertenecientes a la clase Cestoidea. Son de importancia médica principalmente representantes de dos órdenes: las tenias (Pseudophyllidea) y las tenias (Cyclophyllidea), que pertenecen a la subclase de las tenias verdaderas (Eucestoda).
La paragonimiasis es una biohelmintiasis que se manifiesta principalmente por daño a los órganos respiratorios. Se caracteriza por una evolución recidivante prolongada.
La clonorquiasis es una biohelmintiasis que se manifiesta con síntomas alérgicos en una etapa temprana y en la etapa crónica cursa con daño predominante en el hígado y el páncreas.
La dermatitis esquistosomatídea (cercariosis, prurito del nadador, prurito acuático, dermatitis por cercarias) es una enfermedad parasitaria caracterizada por cambios en la piel causados por larvas (cercarias) de ciertos tipos de trematodos.
