Científicos: la música es anterior al lenguaje

Contrariamente a la creencia popular de que el lenguaje y la música son dos entidades cognitivamente distintas, la música es el núcleo de la facultad del lenguaje, argumentan teóricos de las Universidades de Rice y Maryland.

"El lenguaje hablado es un tipo especial de música", afirma Anthony Brandt, coautor del estudio. "Se suele considerar que el lenguaje es fundamental para la inteligencia humana, y que la música se deriva o depende de él. Pero tenemos evidencia que sugiere que la música surgió primero y que el lenguaje evolucionó a partir de ella. Los bebés perciben los sonidos del lenguaje y solo más tarde comienzan a comprender su significado".

Los científicos señalan que las capacidades de los recién nacidos en diversos aspectos de la percepción del habla dependen de la discriminación de los sonidos, el aspecto más pronunciado del habla.

El cerebro del bebé es capaz de distinguir fonemas y características del habla como el timbre y el ritmo.

Los autores del estudio definen la música como un juego con el sonido. Los niños pequeños empiezan a oír sonidos; no se centran en el significado del habla como los adultos. Para ellos, el habla es una interpretación vocal repetitiva. Escuchan el timbre de la voz, los patrones fonémicos y rítmicos, y la comprensión del significado de las palabras habladas llega más tarde.

El lenguaje y la música se desarrollan en paralelo. Al principio, los bebés tienen una comprensión deficiente no solo de su lengua materna, sino también de todos los demás idiomas del mundo. La percepción de la lengua materna se adquiere con el tiempo. Esto también aplica a la música: los niños no distinguen los géneros musicales ni comprenden las características culturales de las obras musicales; durante el primer año de vida, comienzan gradualmente a comprender la cultura musical del país donde viven.

Según los expertos, si quieres enseñarle a tu hijo un idioma extranjero, puedes empezar escuchando composiciones musicales de ese país.

Los científicos establecen un paralelo: el reconocimiento de sonidos de diferentes consonantes ocurre en el lóbulo temporal del cerebro, y los timbres de diferentes instrumentos se reconocen de la misma manera.

"No podrías distinguir entre una trompeta y un piano a menos que tu cerebro procesara los sonidos que escuchas, al igual que no podrías reconocer las diferencias en la pronunciación de distintas sílabas y palabras", dice Brandt. "El reconocimiento del habla y el reconocimiento musical se solapan".

Desde un punto de vista musical, el habla no es más que un verdadero concierto de sílabas y fonemas. Un bebé también percibe la conversación de un adulto. Esto también explica por qué una persona con déficit del lenguaje tiene dificultades para procesar el ritmo musical.

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