El parto natural será cosa del pasado

Un famoso obstetra-ginecólogo francés afirmó que en las próximas décadas las mujeres finalmente dejarán de tener hijos por sí solas y la medicina moderna será la culpable de esto.

Michel Odent, especialista mundial en obstetricia y ginecología, afirmó que las mujeres están perdiendo su capacidad natural de reproducir hijos y esto está sucediendo debido a los avances médicos y a las frecuentes intervenciones en el proceso del parto.

Michel Odent tiene más de 80 años y se hizo famoso por su invento para el parto: las piscinas de parto. Odent también publicó el libro "¿Necesitamos parteras?", en el que sugería que, con el tiempo, las mujeres solo podrán dar a luz con la ayuda de especialistas, ya que los médicos interfieren cada vez más en el proceso del parto y contribuyen al rechazo del parto natural. En su libro, Michel Odent también sugirió que las mujeres tampoco podrán amamantar a sus hijos. Como explicó el Dr. Odent, hace medio siglo, las contracciones y el parto eran mucho más cortos que ahora; además, hoy en día se recetan diversos medicamentos para el desarrollo normal del embarazo, y las mujeres en labor de parto necesitan cada vez más la ayuda de un cirujano.

Para apoyar sus palabras, Oden citó los resultados de un estudio, según el cual la primera etapa del parto en las mujeres modernas es en promedio dos horas y media más larga que hace cuarenta años (en el estudio, los especialistas analizaron y compararon datos sobre mujeres que dieron a luz en 2002-2008 y 1959-1966).

Michel Odent enfatiza que esta tendencia emergente solo puede indicar una cosa: las mujeres están perdiendo gradualmente su capacidad natural para dar a luz. Según el especialista francés, el número de mujeres que pueden dar a luz por sí solas es cada vez menor. El obstetra critica la práctica generalizada de cesáreas. Según las estadísticas, en un año (de 2013 a 2014), solo en el Reino Unido, una cuarta parte de las mujeres en trabajo de parto se sometieron a una cesárea, y la mayoría de las cirugías se realizaron sin indicación médica. El ginecólogo francés también aboga por abandonar el uso de oxitocina sintética para estimular el parto, ya que, en su opinión, esta práctica priva al cuerpo de la mujer de la capacidad de reproducir esta hormona por sí sola. La oxitocina se considera la hormona del embarazo (traducida del griego, significa "parto rápido"). Un neurobiólogo de Gran Bretaña ha demostrado que esta hormona provoca la contracción de los músculos (en particular, del útero en las mujeres embarazadas), y el nacimiento de una nueva vida en el cuerpo de la mujer no puede ocurrir sin oxitocina (gracias a esta hormona, los espermatozoides superan más fácilmente el camino hacia el óvulo).

Un nivel alto de esta hormona en el cuerpo indica que ha llegado el momento del nacimiento del bebé. Si el parto no es natural, se administra oxitocina sintética a la madre. Sin embargo, varios especialistas destacan que la oxitocina producida por el cuerpo, a diferencia de la sintética, actúa no solo en el útero, aumentando su actividad durante el parto, sino también en los receptores cerebrales, lo que influye en el comportamiento de la mujer (tranquilizando y anestesiando ligeramente el proceso del parto).

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