El riñón de células madre paliará la escasez de órganos de donantes

Las enfermedades renales que requieren trasplante de órganos están muy extendidas en todo el mundo. Actualmente, solo en el Reino Unido, hay más de 6000 personas en espera de un trasplante de riñón, pero no hay suficientes donantes de órganos para todos los pacientes que lo necesitan y se realizan menos de 3000 operaciones de este tipo al año, lo que causa la muerte de muchas personas. Además, el alto coste y la escasez significativa de donantes de órganos han propiciado el surgimiento de un mercado delictivo de donantes de órganos.

En Tokio, especialistas han desarrollado un nuevo método único que salvará miles de vidas. Esperan que pronto el método de trasplante de órganos artificialmente cultivados sea adaptable a los humanos.

Hace dos años, científicos ya habían realizado experimentos para trasplantar un riñón artificial a una rata. A pesar de que el órgano se había arraigado bien, el riñón no funcionaba correctamente. El órgano no podía drenar la orina, lo que elevó la presión interna a valores máximos, causando la muerte de la rata.

Pero los biólogos japoneses continuaron su trabajo en esta dirección y ahora los riñones cultivados artificialmente que trasplantaron no sólo se arraigaron bien en los cuerpos de los animales de experimentación, sino que también aseguraron un proceso de micción normal.

Durante el trabajo, decidieron modificar ligeramente el enfoque del trasplante. Anteriormente, los túbulos excretores de los riñones se conectaban al sistema de drenaje urinario del cuerpo, pero el profesor Takashi Yokoo y sus colegas utilizaron no solo un riñón artificial para el trasplante, sino también una vejiga urinaria artificial conectada al órgano mediante un uréter, y todo el complejo se trasplantó al cuerpo del animal. Gracias a este enfoque, el proceso de excreción urinaria se produce según el siguiente principio: la orina entra primero en la vejiga trasplantada, luego en la vejiga propia del cuerpo, y solo entonces se excreta.

Los animales se sintieron bien dos meses después del trasplante y no presentaron problemas de drenaje urinario. Tras el éxito de los experimentos con ratas, los especialistas decidieron realizar un experimento con animales más grandes: cerdos.

Como resultado, el riñón y la vejiga trasplantados se arraigaron bien en los cuerpos de los animales y proporcionaron una función urinaria normal.

Actualmente, a los especialistas les resulta difícil determinar si es posible utilizar este método en personas. Sin embargo, los resultados del trabajo permiten comprender con mayor precisión los principios del aislamiento en órganos cultivados artificialmente, y, sin duda, el trabajo de los biólogos japoneses aportará una gran experiencia a todos los especialistas en el campo de la transplantología.

Hoy en día, en diversos centros de todo el mundo, científicos realizan experimentos de prueba con órganos humanos cultivados a partir de células madre. Sin embargo, hasta el momento, solo se pueden cultivar copias pequeñas de órganos reales; por ejemplo, ya han aparecido en el laboratorio músculos contráctiles, un cerebro de apenas unos milímetros de tamaño, secciones microscópicas de tejido estomacal y un corazón de 0,5 mm que puede latir.