El secreto de una familia fuerte es un hombre que pueda traer a casa todo lo que necesitas.

El surgimiento de la familia se produjo debido a un cambio en las prioridades de las mujeres: las damas antiguas ya no se sentían atraídas por los poderosos machos alfa, cuyo lugar fue ocupado por los hombres sustentadores de la familia, a quienes las mujeres permanecían fieles durante toda su vida.

Los antropólogos se han visto atormentados durante mucho tiempo por la cuestión del origen de la familia. En este sentido, los ancestros humanos eran similares a los primates comunes: las relaciones libres entre todos florecían en el grupo, por supuesto, con un ajuste a la jerarquía de los machos. El macho "alfa" tenía más posibilidades de ganarse el favor de las hembras, por lo que sus ancestros machos debían dedicar mucho tiempo y energía a competir entre sí.

Por supuesto, existen varias teorías que explican la transición de la poligamia competitiva a una familia monógama, pero, como afirma Sergei Gavrilets, del Instituto Nacional de Biología y Matemáticas (EE. UU.), ninguna de ellas se ha podido materializar. En su lugar, el investigador ofrece su propio modelo, cuya descripción detallada se publicará en la revista PNAS. Los factores que pueden desempeñar un papel decisivo en la formación de una familia son la elección femenina y la lealtad a ella.

Según el científico, en algún momento de nuestra historia, las mujeres dejaron de prestar atención al valor de los hombres y comenzaron a preferir a los buenos proveedores, aquellos que podían cuidar tanto de sí mismas como de su pareja. Cabe destacar que un buen proveedor no es necesariamente un individuo de alto rango: puede ser inferior en fuerza, descaro, etc., al macho alfa. Pero tan pronto como las mujeres dejaron de prestar atención a esto, los hombres de bajo rango tuvieron una oportunidad. El favor de una dama podía ganarse no en la arena, sino colmándola de regalos. Y la claridad en la relación entre los hombres perdió su nitidez.

Como resultado, la comunidad promiscua en la que la mujer estaba sujeta a la ley del más fuerte fue reemplazada por una comunidad de familias más pacífica y estructurada en la que los hombres iban a buscar comida y las mujeres "permanecían fieles al hogar".

El concepto de devoción femenina, la lealtad a la propia elección, es clave en este modelo: gracias a él, la estructura familiar se consolidó en la evolución. De esto, se desprende naturalmente la conclusión de que el verdadero guardián de los valores familiares es el hombre que no olvida comprar patatas al volver del trabajo, y no quien reina en la familia de forma patriarcal, regañando a sus hijos y a los miembros de la familia.