El sustituto del azúcar puede provocar sobrepeso

Hoy en día, muchas personas dedican suficiente tiempo a una alimentación saludable y limitan el consumo de dulces, grasas y conservantes. Muchas dietas populares sugieren un rechazo total al azúcar y a los productos que lo contienen. En estos casos, se utilizan sustitutos artificiales diseñados para reducir el contenido calórico durante la preparación de productos dulces y ayudar a las personas a seguir la dieta y a mantenerse delgadas.

Estudios nutricionales recientes sobre sustitutos del azúcar han demostrado que reemplazar el azúcar con edulcorantes artificiales puede tener el efecto contrario al esperado. Los sustitutos del azúcar no solo pueden tener efectos perjudiciales para el organismo, sino que también pueden contribuir al aumento de peso excesivo en quienes los consumen regularmente.

Investigadores de la Universidad Purdue (EE. UU., Indiana) realizaron recientemente una serie de experimentos para demostrar que un sustituto del azúcar puede causar sobrepeso. Los primeros estudios se realizaron con pequeños roedores: los científicos dividieron 20 ratas blancas en dos grupos iguales, que fueron alimentados con diferentes alimentos durante varios meses. El primer grupo recibió un producto lácteo fermentado con azúcar blanco regular, y el segundo, el mismo yogur con sacarina añadida. La sacarina es un producto cientos de veces más dulce que el azúcar, pero que, al mismo tiempo, no es absorbida por el organismo vivo y se excreta intacta. Al igual que otros edulcorantes artificiales, la sacarina no es nutritiva ni aporta calorías. Los edulcorantes artificiales prácticamente no contienen carbohidratos y, al entrar en contacto con la lengua, causan una sensación instantánea de dulzor. Además de la sacarina, existen acesulfamo, ciclamato y otros sustitutos del azúcar.

Varios meses después del inicio del estudio, los científicos observaron que los roedores que consumieron el producto lácteo fermentado con un sustituto de azúcar aumentaron más de peso que las ratas que consumieron yogur con azúcar. También observaron que las ratas alimentadas con el sustituto de azúcar comieron de 2 a 3 veces más que los roedores del otro grupo.

Durante el estudio, un grupo de científicos descubrió que la razón del resultado aparentemente ilógico del experimento radica en que una gran cantidad de edulcorantes artificiales no pueden afectar el nivel de glucosa en sangre y, por lo tanto, no lo aumentan. Como resultado, una persona o un animal no se siente saciado durante la comida. La señal de saciedad llega al cerebro algo más tarde, y el animal logró ingerir una porción entre 2 y 2,5 veces mayor que la del roedor que consumió alimentos con azúcar blanco.

Los científicos también advierten que los sustitutos del azúcar pueden alterar los mecanismos naturales de la percepción del gusto en el cuerpo humano. El sabor dulce puede ayudar inconscientemente a una persona a estimar el posible contenido calórico de los alimentos, lo cual afecta inevitablemente la percepción del gusto y el metabolismo. Los sustitutos del azúcar confunden al cuerpo durante la ingesta, y el apetito puede aumentar repentinamente o el metabolismo ralentizarse. Una persona acostumbrada a controlar su dieta y su peso presta atención al contenido calórico de cada producto que consume, y los sustitutos del azúcar pueden distraerla, ya que, debido al nulo contenido calórico de, por ejemplo, la sacarina, no se tiene en cuenta la cantidad del producto ingerido.

Un punto adicional que confirma el impacto negativo de los sustitutos del azúcar sobre la salud y el peso de las personas que los consumen son las estadísticas que indican el número de personas que padecen obesidad en los países en los que cada día se consumen más sustitutos del azúcar.