El teléfono móvil es perjudicial para el cerebro en desarrollo del embrión

Hablar constantemente por teléfono móvil durante el embarazo puede afectar al desarrollo del cerebro del feto.

El debate sobre los posibles peligros de los teléfonos móviles continúa hasta la fecha con resultados dispares. Los científicos encuentran evidencia de los efectos nocivos de las ondas electromagnéticas de las comunicaciones celulares y luego lo refutan todo de inmediato. Según nuevos datos (que aún no han sido refutados), un teléfono móvil tiene un efecto negativo en el cerebro en desarrollo de un embrión. Un artículo al respecto apareció en Scientific Reports.

Investigadores de la Universidad de Yale (EE. UU.) dejaron teléfonos móviles en jaulas con ratones preñados. Las ratonas estuvieron embarazadas durante 17 días, y durante casi todo este tiempo los teléfonos sonaron (es de suponer que la señal sonora estaba desactivada). Cuando nacieron las crías, los investigadores realizaron una serie de pruebas neurológicas y conductuales. Resultó que los ratones que se desarrollaron junto a un teléfono móvil en funcionamiento tenían peor memoria, pero eran más activos, corrían por la jaula con más energía y se comportaban con menos cautela que el grupo de control. Además, estas crías presentaban una actividad reducida de las células de la corteza prefrontal.

La diferencia en el comportamiento de los ratones recordó a los científicos el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Es decir, si una mujer embarazada habla por teléfono móvil todo el día, su hijo podría desarrollar este síndrome: tendrá problemas de concentración, no escuchará a nadie y, en general, causará problemas a quienes lo rodean. Según los científicos, el uso generalizado de las comunicaciones móviles podría ser la razón por la que el trastorno por déficit de atención se diagnostica cada vez con más frecuencia en la actualidad.

Sin embargo, los escépticos señalan varias deficiencias en el razonamiento de los autores. En primer lugar, para comparar claramente el TDAH en ratones y humanos, se necesita más de un estudio a gran escala: después de todo, el comportamiento humano y el de los roedores difieren considerablemente. En segundo lugar, en el experimento, las ratonas preñadas y el teléfono estaban separados por al menos 22,3 cm, una distancia significativamente menor que en humanos. Además, el feto humano está protegido por una capa de líquido amniótico mucho mayor que la de los ratones.

Sin embargo, otros científicos señalan que sí existe una conexión entre la adicción de las mujeres embarazadas a hablar por teléfono móvil y las características conductuales posteriores de sus hijos. Y aunque el mecanismo de la influencia de las comunicaciones móviles en las células embrionarias no está claro (y es poco probable que se aclare en un futuro próximo), los científicos aconsejan a las futuras madres que mantengan los dispositivos móviles lejos de su hijo nonato.

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