Engañar al cerebro: una nueva forma de curar la obesidad

Los científicos han descubierto una forma interesante y eficaz de curar la obesidad sin recurrir a dietas ni cambiar el estilo de vida.

Destacados expertos estadounidenses han descubierto que, al bloquear el nervio vago, se puede lograr una disminución estable del apetito y, como resultado, perder peso. La forma más fácil y segura de bloquearlo es mediante congelación.

Representantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Emory, la Universidad de Nueva York en Buffalo y el Centro Médico de la Universidad de Pensilvania han demostrado experimentalmente la posibilidad de utilizar este método. Una docena de pacientes con diversos grados de obesidad participaron en el estudio.

Cada participante se sometió a un procedimiento con bajas temperaturas: se congeló el tronco posterior del nervio vago, a través del cual el cerebro recibe señales sobre la necesidad de comer. La congelación se realizó de la siguiente manera: se insertó una aguja en una zona específica de la espalda del paciente, a través de la cual entró argón criogénico en el tejido, congelando el segmento necesario del nervio. Tras el procedimiento, los especialistas monitorearon el bienestar de los sujetos durante tres meses.

Según los resultados de la investigación, todos los participantes que se sometieron al procedimiento mostraron una disminución estable de los antojos de comida. El peso corporal de los pacientes disminuyó un promedio del 3,6% y su IMC un 14%. Al mismo tiempo, los médicos no observaron efectos secundarios ni problemas de salud tras el procedimiento de congelación. Los expertos reconocieron este método de tratamiento como seguro y claramente eficaz.

«Las estadísticas médicas indican que la mayoría de los esquemas y programas destinados a estabilizar el peso corporal no logran el resultado deseado, especialmente si el programa incluye restricciones en el consumo de alimentos. El vacío en el estómago es una señal para el cuerpo, que comienza a demandar alimentos con mayor intensidad y activa el "modo económico"», explica David Prologo, director del proyecto de investigación. Según el científico, este experimento permitió reducir la intensidad de la señal transmitida por el estómago vacío a las estructuras cerebrales correspondientes.

Los expertos señalan que este estudio es solo el primer intento de resolver el problema mediante la congelación. Se realizarán otros estudios más amplios, con un mayor número de pacientes y un período más largo de observación y control de la salud de los participantes.

Los científicos presentaron toda la información sobre el estudio realizado en un congreso organizado por la Sociedad de Radiología Intervencionista.

También puede leer sobre el progreso del trabajo en www.sirweb.org/advocacy-and-outreach/media/news-release-archive/sir-2018-cryovagotomy-032118/

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