La migraña está causada por una mutación en una región del cromosoma X.

Se ha encontrado una región del genoma cuyas mutaciones son una de las causas de las migrañas: esta región está situada en el cromosoma X e incluye un gen que controla el nivel de hierro en las células cerebrales.

Las migrañas afectan al 12% de las personas, y las mujeres tienen tres veces más probabilidades de sufrirlas que los hombres. Y no piensen que las quejas de malestar de las mujeres son una especie de truco o el resultado de la mayor desconfianza del sexo femenino: las mujeres tienen razones bastante objetivas para quejarse de dolores de cabeza con más frecuencia. Investigadores de la Universidad Griffith (Australia) han descubierto que las migrañas dependen de genes del cromosoma X, lo que significa que nuestras mujeres realmente tienen un mayor riesgo de padecer esta enfermedad poco conocida.

Los científicos buscaban genes de la migraña en los residentes de Norfolk. Los restos de los amotinados del legendario barco Bounty cruzaron a esta isla. Casi dos siglos de aislamiento geográfico y la historia específica de Norfolk, que fue una isla prisión durante mucho tiempo, dieron lugar a la formación de una población extremadamente homogénea desde el punto de vista genético. Si aparece alguna desviación genética, se reproduce muchas veces en las generaciones posteriores. Los científicos que estudian la genética humana llevan mucho tiempo utilizando Norfolk para recopilar datos. Este es probablemente el único caso en el que un motín en un barco tuvo consecuencias tan favorables para la ciencia...

De hecho, el principal resultado de la investigación de los científicos australianos no fue el hallazgo de una región en el cromosoma X cuyas mutaciones causan migraña. Resultó que existe un gen que controla el nivel de hierro en las células cerebrales. Se descubrió por primera vez la conexión entre el hierro en el cerebro y la migraña, y ahora los científicos deben comprender cómo uno afecta al otro. Sin embargo, no se debe pensar que esta anomalía genética sea la única causa de las migrañas. Probablemente se trate de una compleja combinación de factores genéticos y no genéticos, y en el caso de los factores genéticos, es poco probable que el problema se limite a un solo gen. Al mismo tiempo, los resultados obtenidos ayudarán a crear métodos más adecuados para el diagnóstico y el tratamiento óptimos de la migraña.

Sin embargo, persiste una pregunta importante: ¿por qué esta mutación no se ha eliminado del genoma? Un cambio genético suele persistir a lo largo de generaciones si aporta algún beneficio a su portador. Pero ¿qué beneficio puede aportar la migraña? Los autores del trabajo sugieren que la migraña puede ir acompañada de una mayor sensibilidad neuronal a diversos cambios ambientales. De hecho, algunas personas comienzan a sufrir ataques de migraña, por ejemplo, con una caída de la presión atmosférica, y luego resulta que es simplemente un efecto secundario del "barómetro interno" que les permite protegerse a tiempo del mal tiempo. Esto es sin duda una ventaja evolutiva, pero tal suposición aún requiere verificación: suena demasiado fantástica.