Los consumidores de carne son alimentados con antibióticos

Hoy en día, productores sin escrúpulos pueden presentar cualquier carne como natural, cultivada sin químicos, envasarla en envases adecuados con inscripciones atractivas y exhibirla en el mostrador. Además, pueden obtener grandes beneficios gracias a su ingenio. Al fin y al cabo, un producto alimenticio que se presenta como orgánico cuesta varias veces más que su equivalente sin nombre.

Esta es la opinión de los expertos tras examinar la seguridad de los antibióticos en la carne. Estudiaron la investigación de la organización estadounidense de consumidores Consumer Reports.

Se ha establecido que hoy en día, en la cría de animales domésticos de granja y aves de corral, se utiliza una amplia gama de medicamentos antimicrobianos modernos, incluidos antibióticos y coccidiostáticos, que, además de su función terapéutica directa, desempeñan el papel de estimulantes de la productividad, es decir, estimulantes del crecimiento.

Como resultado, para prevenir enfermedades animales causadas por condiciones insalubres y acelerar el crecimiento del ganado, los principales consumidores de antibióticos fueron los productores de carne y aves de corral, no las organizaciones médicas.

A su vez, el uso intencional e incontrolado de antimicrobianos provoca su acumulación en la carne y, en consecuencia, su posterior entrada al organismo humano con los alimentos. En este caso, se produce su acumulación en el organismo humano y las bacterias desarrollan resistencia a estos fármacos.

¡Esto es una bomba de tiempo! Esto hará que, en caso de una enfermedad infecciosa aguda, los medicamentos simplemente no funcionen ni sean efectivos. Será necesario buscar medicamentos cada vez más potentes y nuevos. Y esto lleva tiempo. Y el precio de este tiempo suele ser la vida de las personas.

Al analizar uno de los cadáveres, se encontraron cuatro dosis completas de antibióticos para humanos. Si comes carne así a diario, desarrollarás inmunidad a la mayoría de los medicamentos. Parece que este pollo irrumpió en una farmacia veterinaria y, por hambre, se comió todo lo que había. Ningún médico en su sano juicio recetaría semejante dosis a un pollo.

La Sociedad para la Protección de los Derechos del Consumidor ha llamado repetidamente la atención de las agencias gubernamentales sobre la necesidad de controlar el uso de antibióticos, tanto por parte de fabricantes rusos como en lotes importados. Sin embargo, el problema principal no se ha resuelto durante años; las agencias gubernamentales no han realizado esfuerzos visibles para restablecer el orden en este ámbito, lo que pone en peligro la salud de los consumidores. Además, los antibióticos más recientes que aparecen en el mercado farmacéutico satisfacen las solicitudes existentes con gran retraso, y los métodos expertos existentes no permiten identificarlos. Los expertos de la Sociedad para la Protección de los Derechos del Consumidor creen que es hora de revisar las normas y reglamentos sanitarios vigentes, adoptar reglamentos técnicos para la carne y los productos cárnicos, y actualizar y revisar la lista de medicamentos controlados, o mejor dicho, sus cantidades residuales en las materias primas y productos cárnicos terminados. La afirmación de que los fabricantes utilizan antibióticos en todo el mundo es fundamentalmente errónea. Hay ejemplos de países que utilizan antimicrobianos estrictamente con fines terapéuticos. Y allí están estrictamente controlados por el Estado, a diferencia de nuestro país.

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