¿Qué padres tienen hijos que empiezan a hablar más rápido?

El desarrollo temprano del habla de un niño depende de muchos factores, y uno de ellos es la frecuencia con la que tiene que escuchar conversaciones ajenas.

Hace relativamente poco tiempo se demostró que las condiciones de vida desfavorables y el bajo nivel socioeconómico tienen un impacto negativo en las funciones cognitivas, incluido el desarrollo del habla. Sin embargo, en un nuevo estudio, los expertos han descubierto un factor interesante: los hijos de padres que les gusta chasquear la lengua empiezan a hablar antes. Los investigadores analizaron grabaciones de sonido con una duración total de unas 40 000 horas, realizadas a más de mil niños de entre 2 meses y 4 años. Para las grabaciones, utilizaron dispositivos especiales que se colocaron sobre los niños y registraron todos los sonidos provenientes tanto de ellos mismos como del entorno.

Se observó que la locuacidad de los bebés dependía en gran medida de la de sus familiares y personas cercanas. Y este papel lo desempeñaban no solo las palabras dirigidas directamente al niño, sino también las conversaciones de los adultos entre sí. Los flujos de habla no solo aceleraban el desarrollo infantil, sino que también contribuían a ampliar su vocabulario.

La importancia del desarrollo temprano del habla en niños pequeños es fundamental. Durante el período de desarrollo activo del cerebro y del sistema nervioso central, es fundamental el desarrollo de habilidades conversacionales y la capacidad de explicar, comprender las necesidades comunicativas y establecer un intercambio de información con los demás. Es sumamente indeseable pasar por alto el período en que la actividad cerebral del niño aún es lo suficientemente flexible, cuando le resulta fácil dominar el habla correcta y formar un vocabulario adecuado para su edad. Ya a los dos años, el bebé debe comunicarse con frases cortas y sencillas, pedir en voz alta o explicar algo a sus padres. Debe alarmarse si un bebé de dos años no percibe el habla de los adultos, no reproduce sonidos, no intenta imitar sonidos ni pronunciar palabras fáciles.

Los científicos insisten: habla con tus hijos, incluso si piensas que aún son pequeños y no entienden nada. Los bebés aprenden de la comunicación, de las conversaciones con personas cercanas, de los cuentos y poemas leídos en voz alta. Desafortunadamente, no todos los padres tienen la conversación adecuada delante de sus hijos, cometen errores o guardan silencio, sin siquiera pensar en las consecuencias. Mientras tanto, la comunicación verbal regular apoya dos aspectos: el educativo y el del habla. Con un niño se puede hablar de casi todo: de su trabajo, del día, de lo que le interesa a toda la familia y al bebé en particular. El silencio de los padres no contribuye al desarrollo del habla del bebé.

Detalles publicados en la revista PNAS PNAS Journal