Un estilo de vida activo aumenta las posibilidades de que una mujer sea madre

Se realizó un interesante estudio en Boston, centrado principalmente en mujeres que sueñan con tener un hijo. El experimento demostró que el ejercicio regular y las visitas a la piscina contribuyen a la función reproductiva femenina.

El estudio se llevó a cabo en Dinamarca, donde más de tres mil mujeres se ofrecieron voluntariamente para ser madres, pero tuvieron dificultades para concebir. Para que el estudio fuera más objetivo, los especialistas seleccionaron mujeres en edad reproductiva de entre 18 y 40 años. El experimento duró un año, durante el cual aproximadamente el 70 % de las mujeres que participaron lograron el embarazo.

A lo largo del experimento, los científicos analizaron la salud de las mujeres, así como su actividad física. Llegaron a las siguientes conclusiones: las mujeres que no realizaban una actividad física intensa, pero prolongada (ciclismo, caminata, etc.) lograron quedar embarazadas. Al mismo tiempo, los científicos observaron que el sobrepeso no afectaba la probabilidad de concepción.

Tras los análisis finales, los expertos observaron que una actividad física de aproximadamente cinco horas semanales aumenta las probabilidades de embarazo en un 18 %. Los expertos realizaron todas las comparaciones con un grupo de control de mujeres, cuya actividad física era inferior a una hora semanal.

Sin embargo, la idea de que a mayor actividad física, mayor probabilidad de embarazo es errónea. En este caso, no se debe excederse, ya que se puede obtener el efecto contrario. Por ejemplo, correr intensamente o hacer ejercicio aeróbico durante más de cinco horas semanales reduce las posibilidades de una mujer de ser una madre feliz hasta en un 32 %. Por lo tanto, los científicos recomiendan que las mujeres que planean embarazarse abandonen la actividad física excesiva y prefieran deportes más suaves.

Un estilo de vida activo no solo ayuda a quedar embarazada, sino que también facilita la superación de un período tan difícil como el embarazo. Las mujeres que hacen ejercicios específicos durante el embarazo y caminan mucho al aire libre tienen un riesgo significativamente menor de cesárea. Estudios han demostrado que las mujeres que hacían gimnasia tres veces por semana (no más de una hora al día), diversos ejercicios de fuerza y estiramientos dieron a luz a niños con un peso mayor (más de 4 kg) con mucha menos frecuencia. Además, la probabilidad de cesárea se redujo en un 34 %.

Las mujeres que realizan ejercicios específicos durante el embarazo sufren menos de toxicosis, especialmente en el segundo y tercer trimestre. La toxicosis tardía es peligrosa no solo para la salud de la futura madre, sino también para el desarrollo del bebé. La diabetes gestacional es una afección bastante peligrosa que padecen las mujeres embarazadas debido a una alteración del metabolismo de los carbohidratos. Tras el parto, el equilibrio hormonal de la mujer se normaliza y la diabetes desaparece sin necesidad de tratamiento especial.

Todo esto indica una vez más que la actividad física moderada es necesaria para la salud de las mujeres.

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