Una nueva investigación relaciona directamente la exposición infantil a la contaminación atmosférica con los síntomas de bronquitis en adultos

Un nuevo estudio ha revelado nueva evidencia sobre la relación entre la exposición temprana a la contaminación atmosférica y la salud pulmonar en etapas posteriores de la vida. Un equipo de investigación dirigido por la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California descubrió que la exposición a la contaminación atmosférica en la infancia estaba directamente relacionada con síntomas de bronquitis en la edad adulta.

Hasta la fecha, muchos estudios han establecido conexiones intuitivas que no son directas: la exposición infantil a la contaminación del aire está consistentemente asociada con problemas pulmonares infantiles, y los problemas pulmonares infantiles están asociados con enfermedades pulmonares adultas.

El estudio actual, publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, es uno de los pocos que muestra una relación directa entre la exposición a la contaminación atmosférica en la infancia y la salud pulmonar en la edad adulta, que no se explica completamente por los efectos de la contaminación atmosférica en la salud pulmonar durante la infancia. Esto plantea la posibilidad de que existan factores aún no explorados que expliquen la vía desde la exposición temprana a la contaminación atmosférica hasta la aparición de enfermedades respiratorias muchos años después.

El equipo utilizó datos del Estudio de Salud Infantil de la Universidad del Sur de California, un estudio a largo plazo que sigue a cohortes de residentes del sur de California desde la edad escolar hasta la edad adulta para muchos participantes. Cabe destacar que la asociación entre la exposición a la contaminación atmosférica en la infancia y los síntomas de bronquitis en la edad adulta persistió incluso al ajustar por síntomas de asma o bronquitis en la infancia, un resultado sorprendente.

"Esperábamos que estos efectos observados en la salud respiratoria durante la infancia explicaran la asociación entre la exposición a la contaminación atmosférica en la infancia y la salud respiratoria en la edad adulta", afirmó la Dra. Erica García, autora principal del estudio y profesora adjunta de Ciencias de la Población y Salud Pública en la Facultad de Medicina Keck. "Nuestros hallazgos sugieren que la exposición a la contaminación atmosférica en la infancia tiene efectos más sutiles en el sistema respiratorio que continúan afectándonos en la edad adulta".

Protegiendo la salud pulmonar ahora y en el futuro

El enfoque en la exposición infantil se debe en parte a que los niños son particularmente vulnerables a los efectos de la contaminación atmosférica. Sus sistemas respiratorio e inmunitario aún están en desarrollo y respiran más aire en relación con su peso corporal que los adultos.

En definitiva, el problema es doble: la salud de los jóvenes de hoy y su salud como adultos. Es especialmente importante destacar que, entre los participantes del estudio con síntomas recientes de bronquitis en la edad adulta, la exposición infantil promedio a un contaminante llamado dióxido de nitrógeno fue muy inferior a los estándares anuales de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.: poco más de la mitad del límite establecido en 1971, que sigue vigente en la actualidad.

"Este estudio destaca la importancia de reducir la contaminación atmosférica, especialmente durante el período crítico de la infancia", afirmó García. "Dado que solo podemos tomar medidas limitadas para controlar nuestra exposición, la necesidad de proteger a los niños de los efectos adversos de la contaminación atmosférica se aborda mejor desde las políticas públicas".

Investigación sobre salud y contaminación del aire

La población del estudio consistió en 1308 participantes del Estudio de Salud Infantil, con una edad promedio de 32 años al momento de la evaluación en la edad adulta. Los investigadores preguntaron sobre síntomas recientes de bronquitis: si habían tenido bronquitis, tos crónica, congestión o producción de moco no relacionada con un resfriado. Una cuarta parte de los participantes había presentado síntomas de bronquitis en los 12 meses anteriores.

La presencia de síntomas de bronquitis se asoció con la exposición a dos tipos de contaminantes desde el nacimiento hasta los 17 años. Un tipo incluye partículas finas en suspensión, como polvo, polen, cenizas de incendios forestales, emisiones industriales y productos de escape de vehículos. El otro es el dióxido de nitrógeno, un producto de la combustión en automóviles, aviones, barcos y centrales eléctricas, que se sabe que tiene efectos nocivos para la función pulmonar.

Estudios de salud a largo plazo para descubrimientos significativos

Para ofrecer un análisis más exhaustivo, la exposición promedio infantil a contaminantes se basó en estimaciones mensuales. Los investigadores compararon los domicilios de las familias en cada momento con las mediciones locales de la calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. y el Estudio de Salud Infantil.

"Tenemos la suerte de contar con este maravilloso y detallado estudio a largo plazo", dijo García. "Podemos aprender mucho sobre cómo las experiencias tempranas afectan la salud de los adultos. Esto se debe al esfuerzo a largo plazo de los participantes del estudio, sus familias, las escuelas a las que asistieron y todo el personal de investigación y los investigadores que realizaron entrevistas y analizaron los datos durante muchos años".

Diferencias en el impacto de la contaminación del aire

García y sus colegas también descubrieron que el efecto de la exposición infantil al dióxido de nitrógeno y a las partículas en suspensión sobre los síntomas de bronquitis en adultos era más fuerte en aquellos a quienes se les había diagnosticado asma cuando eran niños.

"Podría haber un subgrupo más sensible a los efectos de la contaminación atmosférica", dijo García. "Debemos ser especialmente cuidadosos para protegerlos de la exposición y así mejorar sus resultados futuros. Reducir la contaminación atmosférica beneficiará no solo al asma en los niños, sino también su salud respiratoria a medida que crecen".

García y sus colegas continúan estudiando cómo los niveles de exposición a la contaminación atmosférica a diferentes edades influyen en los problemas respiratorios en la edad adulta. Otras líneas de investigación futuras podrían incluir el examen de otros marcadores de la salud respiratoria infantil y adulta, como el control del asma, o la investigación de un posible componente genético.