Debilidad en brazos y piernas

Muchas personas están familiarizadas con esta sensación: debilidad repentina o creciente en los brazos y las piernas, cuando las piernas se sienten como si estuvieran “llenas de plomo” y las manos ni siquiera pueden sostener una taza de té.

La mayoría de las veces, esta debilidad es transitoria y desaparece con bastante rapidez, sin dejar rastro. Sin embargo, ¿es posible respirar aliviado? Los expertos creen que la debilidad periódica en las extremidades puede indicar problemas corporales bastante graves.

Causas de debilidad en brazos y piernas

¿Cuáles podrían ser las causas de la debilidad en brazos y piernas? Esto podría ser un signo de trastornos neurológicos con alteración de la conducción nerviosa muscular o de los impulsos neuromusculares. La debilidad podría deberse a trastornos metabólicos o de desequilibrio electrolítico, que se producen al seguir dietas estrictas y trastornos del consumo de alcohol (con deficiencia de líquidos en el cuerpo). La causa también podría ser un mal funcionamiento del hígado, los riñones, el sistema digestivo, etc.

La debilidad en los brazos puede indicar la presencia de:

• osteocondrosis cervical;
• espondilosis cervical;
• artritis del hombro;
• lesiones traumáticas o inflamatorias de las zonas de la escápula, el hombro y la muñeca.

Por supuesto, estas no son todas las razones que causan debilidad en los brazos, pero son las más comunes.

La debilidad en las piernas se presenta en las siguientes enfermedades:

• hernia lumbar en la columna vertebral;
• lumbago;
• osteocondrosis lumbar;
• cambios hormonales (durante la pubertad, antes de la menstruación, durante el embarazo, durante la menopausia);
• enfermedades endocrinas (diabetes, patologías tiroideas);
• estrés nervioso, ansiedad, síndrome de fatiga crónica.

Por cierto, a veces hay más de una causa, pero se presenta en combinación con otros factores. Por lo tanto, es fundamental diagnosticar todas las posibles patologías.

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Debilidad de los músculos de los brazos y las piernas.

Si se queja de debilidad muscular en brazos y piernas, primero debe asegurarse de si este síntoma es único o está acompañado de dolor, entumecimiento, alteraciones sensoriales, etc. Por ejemplo, la artritis, que se acompaña de debilidad en las extremidades, casi siempre se caracteriza por dolor en las articulaciones, y la dermatomiositis se caracteriza por daño en la piel.

La debilidad muscular verdadera suele presentarse de forma simétrica, independientemente de la actividad física. Con mayor frecuencia, la debilidad comienza en las extremidades inferiores y se extiende gradualmente a los brazos.

La debilidad muscular puede ser consecuencia de muchas enfermedades y afecciones. Con mayor frecuencia, esta debilidad indica las siguientes patologías:

• sobre la deficiencia de proteínas en el cuerpo;
• sobre un proceso inflamatorio en cualquier órgano;
• sobre la penetración de la infección en el organismo;
• sobre exposición a sustancias tóxicas o intoxicaciones;
• sobre la deshidratación;
• sobre el desequilibrio electrolítico;
• sobre anemia o hipovitaminosis;
• sobre la diabetes;
• sobre enfermedades de la tiroides con trastornos metabólicos;
• sobre patología neurológica;
• sobre la presencia de artritis reumatoide;
• sobre el uso indebido de ciertos medicamentos;
• sobre el síndrome asténico;
• sobre sobrecarga emocional y situaciones estresantes vividas.

En cualquier caso, para determinar la causa de la enfermedad, es necesario consultar a un médico, ya que el tratamiento debe estar dirigido a eliminar la enfermedad subyacente.

Debilidad del brazo y la pierna izquierdos

Por lo general, si el brazo y la pierna izquierdos se debilitan, lo primero que se sospecha es un derrame cerebral (un accidente cerebrovascular agudo). De hecho, un síntoma característico de esta patología es el entumecimiento de la mitad del cuerpo, en este caso la izquierda. Este es un factor bastante probable, pero no el único, que puede manifestarse en la debilidad de las extremidades. Entonces, ¿qué otras causas pueden causar esta afección?

• distonía vegetativo-vascular, endarteritis obliterante;
• cardiopatología (enfermedades del corazón y de los vasos coronarios);
• enfermedad del riñón izquierdo, incluyendo proceso tumoral;
• enfermedad del bazo;
• aterosclerosis obliterante o tromboangitis;
• Enfermedades de la columna vertebral, incluida la curvatura de la columna vertebral, protrusión discal, hernia y procesos tumorales en la columna vertebral.

Es casi imposible diagnosticar estas enfermedades sin métodos de investigación especializados. Por lo tanto, el médico debe remitir al paciente a un examen adicional para identificar con precisión la posible causa de la debilidad en el brazo y la pierna izquierdos. Si se sospecha un accidente cerebrovascular, se debe consultar al médico de inmediato.

Temblores en las manos y debilidad en las piernas.

El temblor de las extremidades es una contracción frecuente e involuntaria de varios grupos musculares de brazos o piernas. El temblor de los brazos y la debilidad de las piernas es común y no siempre se debe a una sola causa. Esta afección puede ser fisiológica, esencial, parkinsoniana y cerebelosa. Analicemos estas afecciones con más detalle.

• El temblor esencial y la debilidad muscular pueden ser hereditarios o estar relacionados con la edad. Esta patología se agrava con la actividad física: no es peligrosa, pero afecta significativamente la calidad de vida del paciente.
• Los temblores parkinsonianos y la debilidad muscular son comunes en la enfermedad de Parkinson y suelen ir acompañados de hipocinesia o no. Es más probable que los síntomas se presenten en reposo.
• Se observan temblores cerebelosos y debilidad muscular cuando el cerebelo, órgano que controla el movimiento, está dañado. Esto puede ser una manifestación de esclerosis múltiple, ataxia cerebelosa congénita, etc.
• El temblor fisiológico en las manos y la debilidad en las piernas es la afección más común. Se asocia con sobreexcitación nerviosa, ansiedad, miedo, fatiga, hipotermia, síndrome de abstinencia y algunas enfermedades de los sistemas nervioso y endocrino. Con frecuencia, el temblor en las manos y la debilidad en las piernas aparecen tras tomar grandes dosis de cafeína o tras una exposición prolongada al sol.

Entumecimiento y debilidad en brazos y piernas.

Una condición en la que una persona se siente débil y tiene los brazos y las piernas entumecidos puede ser señal de un resfriado inminente u otra enfermedad infecciosa. La falta de sueño, la nutrición insuficiente y el exceso de trabajo también pueden ser causas indirectas de dicha condición.

Si el entumecimiento y la debilidad de las extremidades aparecen gradualmente, a lo largo de una semana, un mes o incluso un año, se puede sospechar un daño en el cerebro o la médula espinal, así como en el sistema neuromuscular. En tales situaciones, es necesario un examen exhaustivo, ya que todas las causas son bastante graves y requieren supervisión médica cuidadosa.

El entumecimiento de brazos y piernas, junto con debilidad, puede ser señal de una enfermedad del sistema musculoesquelético: columna vertebral, discos intervertebrales, articulaciones y huesos. También puede ser consecuencia de una lesión de espalda previa.

Además, es importante recordar la causa más común de entumecimiento y debilidad en las extremidades (generalmente unilateral): un accidente cerebrovascular. Este se desarrolla con bastante rapidez como resultado de una alteración de la integridad de la pared vascular o la interrupción del flujo sanguíneo en uno de los vasos cerebrales.

El entumecimiento repentino de brazos y piernas, acompañado de debilidad, dolor de cabeza o mareos, es un signo característico de una enfermedad cerebral. Esto es motivo más que suficiente para consultar inmediatamente con un médico.

Tratamiento de la debilidad en brazos y piernas.

Si la debilidad en brazos y piernas aparece repentinamente, el paciente debe acostarse, procurando el máximo descanso y relajación. Es necesario acostarse o sentarse tranquilamente durante unos 15-20 minutos: por lo general, la condición debería normalizarse durante este tiempo.

Además, sería buena idea tomar algún sedante, como extracto de valeriana, Novo-Passit, Fitosed, etc.

Bajo ninguna circunstancia debe fumar ni beber alcohol. Se recomienda preparar una infusión o té calmante con manzanilla, menta, tilo y miel. Sin embargo, todos estos consejos son solo una solución temporal. Un tratamiento eficaz para la debilidad en brazos y piernas debe ser recetado por un médico, según la enfermedad subyacente: un neurólogo, un reumatólogo, un endocrinólogo, un toxicólogo o un terapeuta.

Además del tratamiento principal prescrito por el médico, es necesario revisar la rutina diaria, asignando tiempo tanto para el trabajo como para el descanso. La actividad física debe ser constante, pero moderada y no agotadora. Debe beber suficiente agua y asegurarse de que la dieta sea completa y contenga suficientes calorías, acordes a su edad y estilo de vida.

En algunos casos, la debilidad en brazos y piernas desaparece tras tratamiento con acupuntura, terapia manual, masajes y sesiones de hipnosis terapéutica. Se recomienda fisioterapia y tratamientos de spa.