Síntomas y enfermedades causadas por el virus del papiloma humano

Los síntomas del VPH dependen de los factores desencadenantes; es decir, la papilomatosis no presenta un cuadro clínico único. En niños y personas con un sistema inmunitario debilitado, la aparición de signos de la enfermedad es mucho mayor que en otras personas.

Pero hay una serie de síntomas que casi todas las personas infectadas experimentan:

• Formación de verrugas y crecimientos papilomatosos en la piel y membranas mucosas.
• Enrojecimiento del tejido, ardor, irritación y picazón.
• Molestias al orinar y al mantener relaciones sexuales con lesiones genitales.

Con mayor frecuencia las neoplasias tienen la siguiente localización:

• Piel de las palmas y los pies.
• Genitales y zona perianal.
• Cavidad oral.
• Cuello y hombros.

En casos particularmente graves, la infección se desarrolla en el cuello uterino, la vejiga y la vagina. Las formas subclínicas se presentan con la aparición de papilomas con tendencia al crecimiento endofítico. Muchos pacientes no prestan la debida atención a las etapas iniciales de la enfermedad, lo que conduce a la malignización de las neoplasias.

Psicosomática

Los factores psicológicos, en combinación con un sistema inmunitario debilitado, constituyen la psicosomática del VPH. Según las estadísticas médicas, el 80 % de la población tiene el virus del VPH. Asimismo, se ha observado que la duración del período de incubación de la infección varía según el paciente. En algunos casos, las neoplasias aparecen un mes después de la infección, mientras que otros pueden convivir con la infección toda la vida.

• A veces, las verrugas reaparecen tras su extirpación quirúrgica. En este caso, el proceso de recurrencia es psicosomático. Esto indica que la infección está estrechamente relacionada con problemas psicológicos, es decir, trastornos orgánicos del organismo.
• Otro ejemplo de psicosomática es la localización de la papilomatosis. Los científicos la explican porque el cuerpo advierte sobre la aparición de problemas, causando deformaciones en la piel y las mucosas.
• Los psicólogos, a su vez, afirman que el VPH es más común en personas que han experimentado recientemente estrés o resentimiento intenso. Quienes tienen una predisposición hereditaria a enfermedades psicológicas también son susceptibles a la infección.

El tratamiento de la patología psicosomática de la papilomatosis requiere un enfoque integral. La terapia consiste en la consulta con un psicoterapeuta y un ciclo de farmacoterapia. A los pacientes se les recetan antidepresivos y sedantes, que ayudan a minimizar la ansiedad y la depresión. En casos especialmente graves, se utilizan tranquilizantes, ya que eliminan los miedos, no causan somnolencia y restauran la función del sistema nervioso autónomo.

El pronóstico de recuperación depende de la capacidad del paciente para resistir el estrés y otros factores psicológicos negativos.

Virus del papiloma humano en mujeres

La aparición de diversas excrecencias cutáneas, como papilomas y verrugas, en el cuerpo de las mujeres indica infección por el virus del papiloma. La infección se produce de diferentes maneras; la principal vía de invasión viral es el contacto sexual con una persona enferma. También es posible la transmisión de madre a hijo o a través del contacto doméstico.

Cuando una infección entra en un organismo sano, puede permanecer latente durante un largo periodo. Al exponerse a ciertos factores, se reactiva y ataca el sistema inmunitario. En las mujeres, se identifican los siguientes factores de riesgo del VPH:

• Actividad sexual temprana.
• Cambio frecuente de parejas sexuales.
• Abortos frecuentes.
• Malos hábitos.
• Sistema inmunológico reducido.
• Sexo sin protección.
• Trastornos metabólicos.
• Gastritis y otras enfermedades gastrointestinales con desequilibrio de la microflora.
• Problemas ginecológicos.
• Visitas frecuentes a piscinas, saunas, baños y otros lugares públicos con alta humedad.

Los síntomas de la infección, la localización y la forma de los defectos cutáneos dependen del genotipo de la papilomatosis. Con mayor frecuencia, las mujeres experimentan las siguientes manifestaciones de la enfermedad:

• Condilomas puntiagudos (verrugas genitales): aparecen en los genitales, acompañados de picazón, ardor e irritación de los tejidos afectados y las membranas mucosas.
• La displasia cervical es una condición precancerosa causada por el VPH de alto riesgo.
• Los condilomas planos del cuello uterino son la manifestación más peligrosa del virus y provocan cambios patológicos en las células epiteliales del órgano.
• El cáncer de cuello uterino es una transformación maligna de una infección, más frecuentemente de los genotipos 16 y 18.
• Las verrugas plantares son crecimientos dolorosos en los pies que se producen debido al aumento del crecimiento de la epidermis.

Los principales síntomas de daño en los genitales son:

• Picazón y ardor.
• Secreción atípica.
• Dolor al orinar.
• Molestias durante las relaciones sexuales.
• Condilomatosis.

A menudo, la infección pasa desapercibida en el contexto de lesiones inflamatorias del aparato reproductor: vulvovaginitis, erosiones, etc. También muy a menudo el VPH se presenta con otras ITS: herpes, sífilis, clamidia.

Se utiliza un conjunto de métodos de laboratorio e instrumentales para diagnosticar la infección. El tratamiento consiste en terapia local, es decir, la extirpación de los tejidos alterados, y un ciclo de medicamentos antivirales. Se presta especial atención al fortalecimiento del sistema inmunitario con vitaminas e inmunomoduladores.

Virus del papiloma humano e infertilidad

Según las estadísticas médicas, el virus del papiloma humano se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres mayores de 30 años. En este caso, es posible que la paciente ni siquiera sospeche la infección, ya que el virus no se manifiesta clínicamente. Muchas mujeres descubren este problema durante una revisión ginecológica debido a la incapacidad de concebir.

La infertilidad causada por el VPH se asocia con mayor frecuencia a la afectación del cuello uterino y otros órganos del aparato reproductor. Debido a la evolución asintomática de la enfermedad, su diagnóstico y tratamiento se realizan en etapas avanzadas, lo que reduce la posibilidad de concebir.

Las revisiones ginecológicas regulares, es decir, los diagnósticos oportunos y de alta calidad, permiten identificar el problema en una etapa temprana. Gracias a esto, se implementan tratamientos altamente efectivos que permiten a la mujer quedar embarazada y tener hijos sanos.

El virus del papiloma humano durante el embarazo

La papilomatosis es especialmente peligrosa para las mujeres embarazadas. Este peligro se debe al alto riesgo de transmitir la infección al feto durante el desarrollo intrauterino o el parto. Estudios indican que aproximadamente el 25% de las mujeres contraen el VPH durante el embarazo. En este caso, la activación del virus está directamente relacionada con la reestructuración del organismo a causa del embarazo.

Un sistema inmunitario debilitado, junto con una alteración de los procesos fisiológicos y físico-químicos del organismo, provoca la aparición del virus. Por lo tanto, el embarazo es la condición óptima para el desarrollo del problema. La enfermedad se manifiesta como crecimientos papilomatosos y condilomatosos en la piel y las mucosas. Asimismo, la localización de las neoplasias es muy diversa: aparecen en los genitales, la zona perianal y periorbitaria, la cara, el cuello, los pies y otras partes del cuerpo.

Al planificar el embarazo, todas las mujeres deben someterse a una prueba para detectar la presencia del virus del papiloma humano (VPH). Si se detecta, los médicos recomiendan no apresurarse a concebir y tratar primero la infección. El tratamiento durante el embarazo se realiza después de la semana 28, cuando todos los órganos del bebé ya están formados y no pueden verse afectados por los efectos de los medicamentos. No se recomienda que las mujeres con condilomas vaginales tengan un parto natural, ya que existe el riesgo de infectar al bebé durante el tránsito genital.

Virus del papiloma humano en hombres

Los hombres son los principales portadores del VPH, y la infección es menos peligrosa para ellos que para las mujeres. Sin embargo, algunos genotipos pueden causar procesos malignos si no se diagnostican y tratan a tiempo.

Una característica especial de la papilomatosis es que puede no manifestarse durante un largo periodo. La infección se produce de las siguientes maneras:

• Relaciones sexuales sin protección con un portador del virus.
• Transfusión de sangre de una persona enferma a una persona sana.
• Uso de instrumentos médicos no estériles.
• Utilización de artículos de higiene personal y doméstica de uso común.
• Malos hábitos.

El virus del papiloma humano no se transmite por vía aérea, sino solo por contacto o relaciones sexuales. Los síntomas de la infección se manifiestan cuando el sistema inmunitario está debilitado. La mayoría de los hombres experimentan los siguientes signos de la enfermedad:

• Las verrugas son crecimientos que tienen diferentes ubicaciones, aparecen tanto en la piel como en las mucosas.
• Los papilomas son un síntoma claro del VPH. Son crecimientos blandos, de diferentes formas, colores y tamaños.
• Los condilomas son similares a las verrugas, pero tienen forma puntiaguda y se localizan en las membranas mucosas de los genitales.
• La papulosis es una enfermedad generalizada que presenta verrugas de diversos colores y tamaños. Esta enfermedad es peligrosa debido al riesgo de lesión de las verrugas y su malignidad.

En la mayoría de los casos, el tratamiento comienza tras la aparición de lesiones cutáneas. Según las estadísticas, en 9 de cada 10 hombres, el sistema inmunitario suprime el virus, por lo que no se requiere tratamiento. Sin embargo, en el 10 % de los infectados, la infección se cronifica y deriva en procesos oncológicos patológicos.

El tratamiento del VPH se reduce a la extirpación quirúrgica de las lesiones cutáneas y al tratamiento farmacológico del patógeno. También se recomienda fortalecer el sistema inmunitario con preparados vitamínicos y una dieta equilibrada.

Virus del papiloma humano en los labios

La aparición de cualquier neoplasia en el rostro, especialmente en los labios, causa considerables molestias estéticas y problemas psicológicos. Las verrugas y los papilomas indican infección por el virus del papiloma humano (VPH). La infección por este patógeno puede presentarse de las siguientes maneras:

• Relaciones sexuales sin protección.
• Infección por contacto en condiciones domésticas.
• Infección intrauterina o durante el proceso del parto.

Los crecimientos se localizan tanto en la superficie visible de los labios como en la mucosa interna. Su aparición se asocia con la activación del virus, que puede permanecer inactivo durante mucho tiempo. El desarrollo de la enfermedad se ve facilitado por un sistema inmunitario débil, deficiencia de vitaminas, malos hábitos, embarazo, mala alimentación, enfermedades crónicas y falta de higiene personal.

Cuando aparece un papiloma en el labio, se debe examinar cuidadosamente la piel y las mucosas en busca de otras neoplasias. Su lesión causa sangrado intenso y aumenta el riesgo de infección, lo que contribuye a la transformación del defecto en un tumor maligno.

El tratamiento se realiza para suprimir el virus en el organismo y eliminar el problema estético. A los pacientes se les recetan agentes antivirales y que fortalecen el sistema inmunitario. La eliminación de los crecimientos se realiza mediante láser, electrocoagulación, criodestrucción y otros métodos quirúrgicos.

Virus del papiloma humano en la boca, en la lengua.

La cavidad oral es una localización común de la papilomatosis. Las excrecencias pueden aparecer no solo en la lengua, sino también en las mucosas bucales. Se presentan en forma de tubérculos y apófisis alargadas. Con frecuencia se forman en el paladar duro, la punta, la superficie lateral y el dorso de la lengua, y en la región sublingual. La peculiaridad de estos defectos cutáneos es el mayor riesgo de lesión.

La aparición de papilomas se asocia con los genotipos 1, 2, 3, 16 y 18 de la infección. El virus entra al organismo de diversas maneras: a través de microtraumatismos, sexo oral sin protección o el uso de artículos de higiene personal de una persona infectada. El estrés frecuente, la mala alimentación y las enfermedades crónicas también contribuyen al VPH.

El problema afecta con mayor frecuencia a mujeres y niños, pero también se han dado casos de infección en hombres. Analicemos las características del VPH en la cavidad oral y la principal localización de las neoplasias:

• Las verrugas son tejidos alterados en forma de tubérculo plano y redondeado con bordes bien definidos y ligeramente elevados. Tienen un color más oscuro que el de los tejidos sanos. Pueden localizarse en la raíz y el dorso de la lengua, alcanzando más de 2 cm de diámetro. Por lo general, no causan molestias significativas, pero aun así deben eliminarse debido al riesgo de lesión.
• Los condilomas son crecimientos puntiagudos que suelen aparecer debajo o sobre la lengua. Su aparición se asocia con infecciones domésticas o sexuales. Sin un tratamiento oportuno, se complican con una infección fúngica, que agrava el dolor.
• Región sublingual: se forman crecimientos en forma de filamentos delgados que cuelgan de la superficie de la lengua. El tamaño de la neoplasia es de 15 a 30 mm. Debido a la gran cantidad de vasos sanguíneos y a su participación activa en el proceso de comer, se lesionan con facilidad, causando dolor intenso, sangrado e infección.
• Cielo: en esta zona crecen grandes papilomas planos. Son prácticamente indistinguibles de las mucosas sanas, pero están ligeramente elevados y presentan una apariencia finamente grumosa. Al crecer, pueden afectar las amígdalas y la faringe. Se presentan en niños y ancianos.
• Encías: ubicadas en un lugar visualmente inaccesible, son difíciles de diagnosticar. Con mayor frecuencia, se detectan durante una visita al dentista. El tamaño de los papilomas puede superar los 15 mm. Su formación está directamente relacionada con enfermedades de los dientes y las encías, y con el uso de prótesis dentales incómodas.
• Cara interna de la mejilla: el defecto puede presentarse como un tumor tuberoso o una formación filiforme. Estas últimas son más comunes en niños. La aparición del VPH en esta zona se asocia a microtraumatismos constantes en la mucosa de las mejillas al usar cepillo de dientes, prótesis dentales, aparatos ortopédicos o férulas.

El tratamiento suele ser farmacológico. A los pacientes se les recetan medicamentos orales, soluciones para una higiene bucal completa y productos para aplicar directamente sobre las neoplasias. En raras ocasiones, se realiza una intervención quirúrgica cuando las neoplasias adquieren gran tamaño y aumentan de tamaño constantemente, causando molestias e interrumpiendo la alimentación normal.

Virus del papiloma humano en la garganta

Un problema común que se consulta al otorrinolaringólogo es la papilomatosis en la garganta. Esta neoplasia suele tener forma de pezón y se localiza en la mucosa faríngea, lo que causa molestias considerables. En raras ocasiones, se presentan múltiples crecimientos, lo que dificulta la respiración.

La persona infectada experimenta los siguientes síntomas:

• Dificultad para tragar.
• Sensación de cuerpo extraño en la garganta.
• Dolor severo.
• Dificultad para respirar.

Con mayor frecuencia, estas neoplasias benignas se presentan en niños de 2 a 5 años y en mujeres de 20 a 40 años. La principal causa de su aparición es la entrada del VPH en el organismo debido a una higiene personal deficiente. La infección también puede estar asociada a diversas enfermedades infecciosas, patologías crónicas, relaciones sexuales sin protección, malos hábitos y una nutrición desequilibrada.

Los crecimientos pueden ser congénitos. Esto es posible cuando el virus se transmite intrauterino o durante el parto, así como si la mujer tuvo hepatitis viral, rubéola, clamidia o micoplasmosis durante el embarazo.

Durante el diagnóstico, médicos inexpertos confunden los papilomas con amígdalas inflamadas. El tratamiento consiste en una serie de métodos farmacológicos. La extirpación quirúrgica de las neoplasias es obligatoria. Se realiza mediante métodos extralaríngeos o intralíngeos. También se indican medidas preventivas para fortalecer el sistema inmunitario.

Virus del papiloma humano en los genitales

Los condilomas puntiagudos son un signo de infección por VPH. Aparecen en los genitales tanto de mujeres como de hombres. Las verrugas genitales son tumores benignos por naturaleza, pero debido a ciertos factores pueden adquirir un estado oncológico.

Según estudios, hasta el 70% de la población es portadora de la infección. Al mismo tiempo, alrededor de 35 de sus variantes se manifiestan en la zona genital. En la mayoría de los casos, la enfermedad se desarrolla gradualmente. Desde el momento de la infección con un genotipo con baja carcinogenicidad hasta la aparición de los síntomas clínicos, transcurren hasta 3 meses, y en algunos casos incluso más.

Las lesiones genitales son causadas principalmente por los tipos 6 y 11 del VPH. Con mayor frecuencia, tienen la siguiente localización:

• Vestíbulo de la vagina.
• Clítoris.
• Cuello uterino.
• Pubis y labios.
• Uretra.
• Cabeza del pene.
• El área alrededor del ano.

Las neoplasias son asintomáticas y se diagnostican casualmente durante una revisión ginecológica o mediante pruebas. El peligro de las neoplasias cutáneas radica en que, si se lesionan accidentalmente, pueden causar sangrado, dolor e infección. Por ello, el riesgo de degeneración maligna aumenta significativamente. En casos particularmente graves y avanzados, la papilomatosis genital provoca infertilidad. También existe una alta probabilidad de infectar al feto durante su tránsito por el tracto genital.

El tratamiento se realiza con medicamentos y métodos quirúrgicos. Las revisiones médicas regulares, las relaciones sexuales con protección, la higiene personal, el tratamiento de enfermedades crónicas y un estilo de vida saludable ayudan a prevenir la infección por VPH.

Secreción con virus del papiloma humano

El virus del papiloma humano, que afecta los órganos del aparato reproductor, causa diversas enfermedades. Uno de los síntomas de estas lesiones es la secreción. En la papilomatosis, la secreción mucosa está compuesta por los siguientes componentes: moco normal, células epiteliales deformadas y microorganismos de la microflora. La alteración del moco se debe a la presencia de una infección en el organismo.

La aparición de flujo atípico puede indicar las siguientes enfermedades causadas por la infección por VPH:

• La colitis es un flujo vaginal espeso y lechoso con un olor desagradable.
• Inflamación erosiva: leucorrea escasa con vetas de sangre y olor desagradable. En casos raros, se presenta secreción purulenta.
• Desarrollo de un proceso maligno: secreción sanguinolenta, tanto abundante como escasa.
• Infección de transmisión sexual: aumento del flujo vaginal, picazón, dolor.
• Herpes genital: aumento de la producción de secreciones vaginales en la segunda mitad del ciclo menstrual, ampollas acuosas que pican en las membranas mucosas y la piel.

Para determinar la causa de la secreción patológica, es necesario buscar ayuda médica y someterse a una serie de exámenes de laboratorio e instrumentales. Un diagnóstico oportuno permitirá determinar la causa de la afección dolorosa e iniciar su tratamiento.

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Enfermedades causadas por el virus del papiloma humano

El concepto de virus del papiloma humano abarca más de 120 cepas capaces de causar enfermedades en diversos órganos y sistemas. Cada virus tiene su propio número de serie y ADN único.

Las principales vías de transmisión de la infección son la sexual y el contacto. En base a esto, podemos concluir que la forma de infección depende del tipo de virus, la vía de infección y las características individuales del paciente.

En la actualidad se distinguen las siguientes enfermedades causadas por el Virus del Papiloma Humano:

• Displasia cervical y cáncer.
• Lesiones oncológicas de ano, vulva y vagina en la mujer.
• Neoplasias malignas en la zona anal y el pene en el hombre.
• Verrugas genitales.
• Condiloma gigante de Buschke-Loewenstein.
• Neoplasia de 2 y 3 grados de severidad.
• Cáncer de la cavidad oral y laringe.
• Enfermedad de Bowen.
• Eritroplasia de Keir.
• Complicaciones dentales y más.

Los principales signos de las enfermedades mencionadas son: verrugas, papilomas, condilomas puntiagudos, lesiones no condilomatosas en los genitales y carcinomas. La atención médica y el tratamiento oportunos pueden prevenir que la infección se convierta en una patología grave.

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Verrugas

Una formación cutánea benigna común, compuesta de tejido conectivo y epitelio, es la verruga. Se origina debido a la infección por el virus del papiloma humano y presenta diversas localizaciones y varios tipos:

• Vulgar (común): pápulas redondas y de pequeño tamaño. Presentan una superficie irregular y rugosa con vellosidades, papilas o grietas. El color de estas neoplasias puede ser similar al de los tejidos sanos, pero se presentan verrugas de color amarillo a gris. Suelen localizarse en el dorso de la mano y los dedos. Las protuberancias pueden fusionarse en grandes manchas. Son indoloras, pero con traumatismos regulares se inflaman y comienzan a sangrar.
• Planas: se elevan por encima de la superficie de la piel. Tienen una superficie plana y lisa, y son pequeñas. Pueden ser del mismo color que la piel; también existen verrugas azules y amarillo oscuro. Aparecen con mayor frecuencia en el dorso de las manos, el cuello y la cara. Se caracterizan por múltiples erupciones.
• Plantar: neoplasias dolorosas que se asemejan a callos amarillentos. Pueden sobresalir del tejido sano o crecer en forma de hoyuelo con papilas. Aparecen en la planta de los pies y en las zonas de mayor fricción o presión.
• Los condilomas puntiagudos se localizan en los genitales, las axilas y debajo de las glándulas mamarias. Tienen forma de coliflor o cresta de gallo.
• Verruga senil: neoplasia benigna del epitelio. Se caracteriza por un crecimiento lento. En la etapa inicial, aparece una mancha marrón que aumenta gradualmente de tamaño y puede alcanzar los 6 cm de diámetro. La superficie de la verruga está cubierta de costras que se eliminan fácilmente. Se localizan con mayor frecuencia en zonas cerradas del cuerpo, pero pueden formarse en la cara, el cuello, las extremidades y el cuero cabelludo.

La aparición de verrugas se asocia con la infección por el virus del papiloma humano (VPH) por contacto o uso de artículos domésticos de una persona infectada. El período de incubación es de 1,5 a 6 meses.

El tratamiento depende de la forma y la ubicación de las verrugas. Las verrugas plantares y planas pueden desaparecer por sí solas. Cabe destacar que, con un traumatismo prolongado, la neoplasia se inflama y presenta riesgos oncológicos. En otros casos, se utilizan métodos quirúrgicos y terapia conservadora para suprimir la infección.

Erosión cervical

Con frecuencia, la erosión cervical y el virus del papiloma humano se presentan simultáneamente. Sin embargo, es posible que la mujer ni siquiera sospeche la presencia de estas enfermedades. Ambos problemas provocan daño al epitelio uterino, son asintomáticos en las primeras etapas y presentan riesgo de malignidad.

La ectopia o erosión es un proceso inflamatorio que ocurre en el epitelio uterino. Visualmente, se ve como una mancha rosada en el tejido sano. Para un diagnóstico preciso, es necesario un examen ginecológico y diversas pruebas de laboratorio. Con frecuencia, la enfermedad se presenta cuando el sistema inmunitario está debilitado y debido a la acción de otros factores desencadenantes.

También existe la pseudoerosión. Se trata de una característica anatómica del cuerpo que se presenta en mujeres menores de 30 años y que no requiere tratamiento. En la pseudoectopia, el epitelio cilíndrico se desprende de la vagina, reemplazando al plano. Esto ocurre con el aumento de la acidez de la microflora vaginal.

El tratamiento de la erosión se realiza con antiinflamatorios y antivirales. También se prescriben supositorios vaginales para una acción local sobre la lesión. En caso de úlceras extensas y profundas, se realiza la criodestrucción de los tejidos afectados. La superficie tratada cicatriza gradualmente y se desprende formando una costra durante la siguiente menstruación. En casos particularmente graves, se realiza una intervención quirúrgica en la que se extirpa la capa superior del cuello uterino bajo anestesia general. Se utilizan métodos quirúrgicos para detener el proceso inflamatorio y suprimir el virus del papiloma para reducir el riesgo de recaída.

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Cáncer de cuello uterino

El virus del papiloma humano y el cáncer de cuello uterino están estrechamente relacionados. La presencia del VPH contribuye al desarrollo de displasia, un factor de riesgo de daño maligno en el órgano. El riesgo de procesos oncológicos aumenta significativamente en presencia de una infección viral de este tipo en el organismo: 16, 18, 31, 33, 35. En este caso, una disminución de la inmunidad local y general actúa como desencadenante del desarrollo de la enfermedad.

Por lo general, el desarrollo del cáncer de cuello uterino se ve facilitado por la displasia o erosión avanzada. Un órgano sano está revestido de epitelio escamoso estratificado. En procesos patológicos, tanto infecciosos como inflamatorios, la estructura del epitelio y la estructura celular se ven alteradas. El VPH 16 causa con mayor frecuencia carcinoma de células escamosas, y el tipo 18, adenocarcinoma. En las primeras etapas, la enfermedad no se manifiesta, pero a medida que progresa, aparecen los siguientes síntomas:

• Sangrado fuera de la menstruación.
• Secreción sanguinolenta del tracto genital.
• Menstruación abundante.
• Dolor severo en la parte inferior del abdomen.
• Dolor durante las relaciones sexuales.

Para diagnosticar el cáncer y el VPH, la paciente debe consultar con un ginecólogo. Tras un examen exhaustivo y una colposcopia, el médico la derivará a una ecografía de los órganos pélvicos. También se indica un estudio de laboratorio con frotis, una biopsia de los tejidos afectados y su análisis histológico.

El tratamiento depende de la etapa del proceso oncológico. En casos de cáncer avanzado, la terapia antiviral por sí sola no es suficiente, por lo que se realiza un tratamiento quirúrgico con extirpación del útero y sus anexos. Posteriormente, la paciente se somete a quimioterapia o radioterapia. Si el cáncer se detecta en una etapa temprana, el pronóstico de recuperación es favorable.

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Herpes genital

El herpes genital es la infección viral más común en humanos y representa un grave problema médico y social. El virus del papiloma ocupa el segundo lugar. Las estadísticas muestran que aproximadamente el 90 % de la población mundial está infectada con el virus del herpes simple y aproximadamente el 70 % con el virus del papiloma humano.

El herpes genital y el VPH tienen varias similitudes y en algunos casos pueden ocurrir simultáneamente.

• La infección se produce principalmente a través del contacto sexual sin protección.
• Se forman formaciones similares a ampollas en los genitales, causando picazón, ardor y dolor intensos. El VPH no causa dolor, pero se manifiesta como condilomas.
• La erupción se localiza en los labios mayores y menores, el clítoris, la vagina y el cuello uterino en las mujeres. En los hombres, el prepucio, la uretra y el glande son susceptibles a sufrir daños. Los papilomas tienen una localización similar, pero también pueden aparecer en la zona perianal.

Sin un tratamiento oportuno, ambas infecciones pueden provocar diversas complicaciones. En el caso del herpes genital, se trata de procesos infecciosos urogenitales graves, y en el caso de la papilomatosis, oncológicos. El tratamiento se basa en la administración de medicamentos antivirales y el tratamiento local de las neoplasias. Se presta especial atención a las medidas preventivas y al fortalecimiento del sistema inmunitario.

Condilomas

Uno de los signos y tipos de infección por el virus del papiloma humano son los condilomas. Son neoplasias benignas que afectan las membranas mucosas y la piel. Estas protuberancias tienen un aspecto bastante desagradable, y su forma papilar puntiaguda causa importantes problemas estéticos y malestar psicológico. Con mayor frecuencia, estas deformaciones se presentan en los genitales y las zonas íntimas, zonas de fricción, rostro, cuello, brazos y piernas.

Los condilomas se caracterizan por su naturaleza inflamatoria y se transmiten principalmente por vía sexual. En casos raros, también es posible la infección doméstica. El período de incubación, desde el momento de la infección hasta la aparición de los primeros crecimientos, dura de una semana a seis meses. Al mismo tiempo, el condiloma puede alcanzar su tamaño máximo en pocas horas. Los nuevos crecimientos aparecen tanto en grupos como individualmente.

Los condilomas tienen varias variedades:

• Anchos: tienen una base ancha que sostiene el crecimiento en el tejido. Aparecen con la infección por sífilis y son más peligrosos cuando el cuello uterino está afectado. Los crecimientos anchos alteran la estructura de los tejidos sanos y contribuyen a su transformación maligna.
• Puntiagudas (genitales): tienen un tallo delgado y una estructura lobulada (papilar). Aparecen en piel fina y delicada, así como en las membranas mucosas. Inicialmente, son solo un defecto estético, pero al lesionarse, comienzan a sangrar e inflamarse, causando dolor. Existe riesgo de infección.

El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de los condilomas y un ciclo de terapia antiviral. A los pacientes también se les recetan medicamentos para fortalecer el sistema inmunitario.

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Displasia cervical

La neoplasia intraepitelial cervical (NIC) o displasia es una condición precancerosa, es decir, una afección intermedia entre un cuello uterino sano y su malignidad. Según la OMS, más de 40 millones de mujeres en todo el mundo padecen esta patología. Al mismo tiempo, tres cuartas partes de las pacientes presentan la primera etapa de la enfermedad, y el resto se diagnostica en un estado avanzado.

En el 99% de los casos, la displasia cervical es causada por el VPH. Los tipos 16 y 18 del virus son altamente oncogénicos en relación con esta enfermedad; se detectan en el 70% de los pacientes. En el 30% restante, progresan cepas menos oncogénicas: 31, 35, 39, 45, 51 y 58. Bajo la influencia de ciertos factores, estas cepas conducen al desarrollo de una afección precancerosa.

Las principales causas del desarrollo de la enfermedad y activación del VPH son:

• Uso prolongado de anticonceptivos hormonales o intrauterinos (más de 5 años).
• Un gran número de nacimientos y abortos.
• Avitaminosis.
• Estados de inmunodeficiencia.
• Predisposición genética.
• Actividad sexual temprana.
• Cambio frecuente de parejas sexuales.
• Malos hábitos.

La particularidad del NIC es que puede cursar de forma completamente asintomática durante un tiempo prolongado. La displasia se manifiesta durante procesos inflamatorios en la vagina o el cuello uterino. En este caso, se presentan los síntomas característicos de la patología:

• Secreción vaginal de color y consistencia anormal.
• Picazón y ardor.
• Sangrado de contacto que se produce durante las relaciones sexuales y al utilizar tampones higiénicos.
• Dolor en el abdomen inferior.

La displasia se diagnostica con mayor frecuencia en mujeres de 30 a 35 años. La enfermedad tarda en evolucionar hacia un estado precanceroso o canceroso, generalmente varios años. El diagnóstico suele presentarse por la aparición de flujo atípico y dolor, así como durante una revisión ginecológica de rutina. Para confirmar el diagnóstico, la paciente se somete a una colposcopia extensa y al examen de frotis y raspados del cuello uterino. Es imprescindible realizar una biopsia de los tejidos afectados con posterior examen histológico.

El tratamiento de la displasia cervical causada por papilomatosis involucra a varios especialistas simultáneamente: un ginecólogo-endocrinólogo, un oncoginecólogo y un inmunólogo. La terapia consiste en extirpar la zona afectada del cuello uterino y suprimir el VPH. Con un diagnóstico temprano, el pronóstico de la enfermedad es favorable, ya que la probabilidad de recuperación completa es del 90%. En el tratamiento de estadios avanzados, existe riesgo de recaída. El 40% de las mujeres presentan displasia recurrente.

Portadores del virus del papiloma humano

Las estadísticas médicas indican que aproximadamente el 70% de la población del planeta es portadora del virus del papiloma.

• Esta infección provoca la aparición de crecimientos en la piel de distintas localizaciones y formas.
• Los papilomas crecen no sólo en la piel, sino también en las membranas mucosas.
• El virus es diverso, con más de 120 cepas. Algunas son completamente seguras, mientras que otras, por el contrario, pueden causar procesos malignos.
• El mayor peligro lo suponen los genotipos del VPH con elevado riesgo oncogénico.

La infección se ha extendido entre las mujeres. Actualmente, el VPH ocupa el segundo lugar entre las infecciones virales del tracto genital femenino, solo superado por el herpes genital. La infección se produce por contacto. El virus se transmite al interactuar con las membranas mucosas o la piel de una persona infectada. También hay portadores del virus que lo han heredado, es decir, de una madre infectada.

La infección puede permanecer suprimida en el organismo durante mucho tiempo. La disminución del sistema inmunitario provoca su activación. Las células infectadas comienzan a proliferar activamente, afectando los tejidos sanos y provocando la aparición de numerosos papilomas nuevos.

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