Tipos y síntomas de quemaduras

Las quemaduras laríngeas se producen por las mismas razones que las faríngeas: ingestión y aspiración de líquidos cáusticos, inhalación de vapores cáusticos y humo caliente durante un incendio. La tráquea y los bronquios pueden verse afectados simultáneamente.

Las quemaduras de garganta ocurren con mayor frecuencia al ingerir ácidos y álcalis fuertes, ya sea consciente o accidentalmente. Estas quemaduras se denominan quemaduras químicas, a diferencia de las quemaduras térmicas, que pueden ocurrir al verse obligado a inhalar aire caliente durante un incendio, una explosión de gas inflamable, etc.

Las quemaduras químicas del pabellón auricular y del conducto auditivo externo (así como de otras partes del cuerpo) se producen como resultado de la acción de diversas sustancias agresivas que, al entrar en contacto con el tejido vivo, provocan una reacción inflamatoria local y, en concentraciones importantes y una determinada exposición, la coagulación de las proteínas celulares y la necrosis.

Las quemaduras químicas son daños tisulares causados por la exposición directa a agentes químicos. Las zonas más comúnmente afectadas son la cara, las manos, el esófago y el estómago.