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La meditación reduce el riesgo de cardiopatías
Médico experto del artículo.
Último revisado: 01.07.2025
La meditación puede ser una excelente medida preventiva contra las enfermedades cardiovasculares.
Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Wisconsin, un grupo de pacientes que practicaban sesiones de meditación trascendental tenían un riesgo 48% menor de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral y muerte en comparación con un grupo de pacientes que no meditaban.
Aquellos que practicaron la meditación no sólo pudieron mejorar su estado fisiológico, bajando su presión arterial a través de los ejercicios, sino que también reportaron mejoras en la esfera emocional y mental – algunos pudieron superar la depresión, el estrés y deshacerse de ataques de ira.
Según los autores del estudio, cuanto más tiempo practicaban los pacientes la meditación, menor era su riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
“Planteamos la hipótesis de que la reducción del estrés mediante la manipulación mente-cuerpo podría mejorar los resultados en personas en riesgo”, afirma Robert Schneider, investigador principal y director del Instituto de Medicina Natural. “Y nuestra hipótesis se confirmó. La meditación trascendental es una técnica que reduce la liberación de hormonas del estrés. Lo consigue bajando la presión arterial y calmando el sistema nervioso simpático”.
En el estudio participaron 201 personas.
El cuarenta y dos por ciento de los participantes eran mujeres, con una edad promedio de 59 años.
Los voluntarios se dividieron en dos grupos. Durante todo el experimento, uno de ellos tomó medicamentos para bajar la presión arterial y para prevenir la aterosclerosis. Además, los participantes de este grupo asistieron a un curso sobre los principios del sistema cardiovascular. El segundo grupo, además, practicó meditación trascendental durante 20 minutos diarios.
Como resultado del estudio de cinco años, los expertos pudieron establecer que en el grupo donde se realizaron sesiones de meditación trascendental los accidentes cerebrovasculares, los ataques cardíacos y las muertes ocurrieron con un 48% menos de frecuencia en comparación con el grupo de control.
Los medicamentos para reducir el colesterol sólo lograron reducir el riesgo de enfermedades cardíacas en un 30-40%, y los medicamentos para reducir la presión arterial en un 25-30%.
Según los científicos, el resultado clínico del estudio estuvo influenciado directamente de forma positiva por la función cerebral.
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