Las dudas preboda son el primer síntoma de un matrimonio fracasado

¿Necesitamos esta boda? ¿Nos amamos? ¿Qué vida nos espera? Si alguna vez has tenido estas ideas, deberías pensarlo seriamente y decidir si realmente necesitas esta relación.

Es mejor repetir el escenario de la popular película "Novia fugitiva" que pasar el resto de tu vida tratando de escapar de ti mismo y de tu compañero de vida elegido.

Los científicos han realizado el primer estudio para comprobar si las dudas previas a la boda son un predictor de matrimonios infelices y eventuales divorcios.

Psicólogos de la Universidad de California afirman que cuando una novia o un novio tienen dudas, suele ser señal de un matrimonio infeliz y del colapso de la relación. La incertidumbre y la ansiedad que pueden surgir la víspera de la boda son un buen presagio de la vida familiar. A menudo, estas dudas se confirman más tarde, y la salida es el divorcio o una vida matrimonial que solo desgasta los nervios y convierte a los cónyuges en enemigos.

“La gente cree que siempre hay un poco de incertidumbre antes de una boda, pero esto es solo una fantasía causada por la emoción del gran evento”, afirma Justin Lovner, psicólogo y autor principal del estudio. “Sí, es cierto que muchas personas sienten cierta incertidumbre sobre su elección, pero no es tan sencillo como parece y no tiene nada de bueno”.

Las mujeres que tienen dudas sobre la corrección de sus acciones antes del matrimonio corren el riesgo de acabar con su relación familiar en divorcio 2,5 veces más a menudo que aquellas que no tienen tales dudas.

También afecta la calidad de vida en el matrimonio: entre las parejas en las que uno de los cónyuges ha experimentado inseguridad, hay significativamente más personas que están insatisfechas con la relación.

"Elegimos a nuestra pareja; viviremos con ella durante muchos años; nadie la conoce mejor que nosotros. Escúchate a ti mismo; si algo te preocupa, no ahuyente esos pensamientos como moscas molestas", afirman los investigadores.

Los especialistas observaron a 464 recién casados (232 parejas) durante cuatro años, desde el primer mes de matrimonio. La edad promedio de los hombres era de 27 años y la de las mujeres, de 25 años.

La encuesta reveló que el 47% de los esposos y el 38% de las esposas tenían dudas antes de la boda. Si bien el número de hombres con dudas sobre este asunto supera la incertidumbre de las mujeres, estas últimas experimentaron vacilaciones y reflexiones más profundas, hasta el punto de romper definitivamente la relación con su prometido.

Entre las mujeres que expresaron abiertamente sus actitudes pesimistas, el 19% había olvidado sus preocupaciones después de cuatro años de matrimonio, en comparación con el 8% de las que no expresaron sus dudas.

Entre los hombres, el 14% de los que admitieron haber dudado antes del matrimonio se divorciaron cuatro años después del matrimonio, en comparación con los que no dijeron sentirse inseguros acerca de su pareja.

La duda resultó ser un factor decisivo, independientemente de si los cónyuges estaban satisfechos con su vida familiar y si vivían bien antes del matrimonio.

El 36% de las parejas no dudaron en su elección y solo el 6% de las relaciones se rompieron. Los matrimonios en los que la ansiedad asediaba a los futuros esposos tampoco siempre eran felices: el 10% de estas uniones también fracasaron. Si la novia era la que dudaba, estas relaciones se rompieron en el 18% de los casos. Cuando ambos miembros de la pareja tenían incertidumbre, las parejas se divorciaron en el 20% de los casos.

"Cuando te sientes mal y te duele algo, vas al médico y no escondes la cabeza como el avestruz. También necesitas lidiar con tus preocupaciones y dudas, afrontar la verdad. No cuentas con los hijos ni con el tiempo para cambiarlo todo y que la vida vuelva a mejorar", dicen los investigadores.

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