El diámetro de la pupila cambia dependiendo de la contracción de músculos especiales que actúan de diferentes maneras: la función del músculo circular está dirigida a estrechar la pupila, y la función del músculo radial es expandirla.
Los movimientos activos producidos inconscientemente y fisiológicamente inadecuados (hipercinesia) están relacionados con patologías de la regulación nerviosa de los músculos de diversas localizaciones y surgen como resultado de daños en el sistema nervioso central y somático.
La ataxia de Friedreich es una patología autosómica recesiva, cuando nace un niño enfermo de una pareja visualmente sana, pero uno de los padres es dueño de un gen causante de la enfermedad.
La cataplejía es una pérdida repentina del tono muscular causada por estrés emocional o un estado afectivo: desde un debilitamiento apenas perceptible de los músculos de la cara y el cuello hasta una atonía total a corto plazo y la pérdida de la capacidad de mantener el cuerpo en una posición determinada.
El bruxismo o rechinar de los dientes es una condición en la que los músculos masticadores comienzan a contraerse activamente, lo que conduce al rechinar de los dientes.
La parálisis cerebral es una de las enfermedades neurológicas más graves, en la que el cerebro se daña o no se desarrolla completamente y se producen diversos trastornos de la actividad motora.
La neuralgia facial, también conocida como neuritis o síndrome de Fottergill, es una condición patológica en la que las expresiones faciales de una persona se ven afectadas y hay parálisis o debilitamiento del movimiento de los músculos faciales.
La enfermedad, llamada distrofia muscular de Duchenne, está asociada con un daño a las estructuras genéticas responsables de la producción de la distrofina, una proteína muscular grande.
