Las opacidades del cuerpo vítreo pueden ocurrir como resultado de trastornos metabólicos en la diabetes mellitus, hipertensión, aterosclerosis, así como enfermedades inflamatorias del tracto vascular y lesiones.
Muchas enfermedades sistémicas infantiles pueden presentarse con cataratas congénitas. La gran mayoría son extremadamente raras y de interés para los oftalmólogos pediátricos.
La endoftalmitis crónica lenta tardía se desarrolla cuando un patógeno de baja virulencia se retiene en el saco capsular. La enfermedad se manifiesta entre 4 semanas y varios años (un promedio de 9 meses) después de la cirugía y, por lo general, es consecuencia de la extracción convencional de cataratas con implante de una LIO-ZK.
La rotura de la cápsula posterior es una complicación bastante grave tras la cirugía de cataratas, ya que puede ir acompañada de pérdida del cuerpo vítreo, migración posterior de las masas del cristalino y, con menor frecuencia, sangrado expulsivo.
Las cataratas complicadas se producen como resultado de la exposición a factores externos e internos desfavorables. Se caracterizan por el desarrollo de opacidad bajo la cápsula posterior del cristalino y en las zonas periféricas de la corteza posterior.
Las cataratas congénitas se desarrollan como resultado de una patología intrauterina y a menudo se combinan con diversos defectos del desarrollo tanto del ojo como de otros órganos.
La catarata es una opacidad degenerativa, congénita o adquirida, del cristalino. El síntoma principal es una visión borrosa gradual e indolora. El diagnóstico se establece mediante oftalmoscopia y examen con lámpara de hendidura. El tratamiento de la catarata consiste en la extirpación quirúrgica del cristalino y la implantación de una lente intraocular.
La luxación del cristalino consiste en su desprendimiento completo del ligamento que lo sostiene y su desplazamiento hacia la cámara anterior o posterior del ojo. En este caso, se produce una disminución drástica de la agudeza visual, ya que una lente con una potencia de 19,0 dioptrías se desprende del sistema óptico del ojo.
