Obesidad infantil: opinión pediátrica

Tras numerosos estudios, los pediatras han llegado a la siguiente conclusión: si un niño pasa mucho tiempo frente al televisor, aumenta su probabilidad de desarrollar obesidad. Esta conclusión se basa en varios estudios realizados desde 1980.

El niño moderno se ve atacado por todo tipo de fuentes de información, incluidas las interactivas. Esto se refiere principalmente a la televisión y las computadoras. Al mismo tiempo, un análisis del impacto de estos dispositivos en el bienestar y la salud infantil mostró que la duración del tiempo que pasan viendo programas o jugando videojuegos en la computadora está directamente relacionada con el deseo de comer poco saludable.

Pasar mucho tiempo desconectado de la realidad es una cara de la moneda; la otra es la constante visualización de la publicidad alimentaria que se nos impone. Una persona pequeña aún no tiene una opinión clara y no es capaz de percibir críticamente la publicidad. Por lo tanto, lo que ve en la pantalla del televisor o del monitor lo percibe como una señal para actuar.

Los científicos han descubierto que los niños que leen o escuchan música en lugar de ver la televisión o sentarse frente al ordenador tienen una probabilidad mucho menor de tener problemas de sobrepeso. Además, se ha descubierto que entre los niños que suelen pasar mucho tiempo frente al televisor o viendo vídeos en internet, existe la opinión de que la comida rápida es "cool" y saludable. Esto es precisamente lo que piensa el 70 % de los niños de 6 a 8 años.

Existe otro problema: los niños que pasan mucho tiempo en redes sociales y no apagan sus dispositivos móviles por la noche duermen mal. Dormir poco y de forma deficiente no solo debilita el sistema nervioso, sino que también es uno de los factores que contribuyen al desarrollo de la obesidad.

Según las encuestas sociológicas, solo alrededor del 30% de los padres realmente controlan la nutrición de sus hijos. Sin embargo, en muchas familias aún se cree que la obesidad es un signo de salud infantil. Esta opinión es un engaño, y además muy peligroso.

Los pediatras consideran que un niño puede ser considerado obeso si su peso corporal es un 15% superior al valor normal. La norma se establece de la siguiente manera. Por ejemplo, los médicos consideran que a los 6 meses el peso del bebé debería duplicarse y al año, triplicarse. Posteriormente, hasta la adolescencia, los niños deberían aumentar su peso unos 2 kg anualmente, y después de los 12 años, de 5 a 8 kg al año. Por supuesto, estas normas son condicionales; en cada caso específico, el diagnóstico de obesidad lo establece un médico. Sin embargo, los pediatras señalan los principales períodos en la vida de un niño en los que su cuerpo es más susceptible a la acumulación de exceso de peso. Estos son los períodos de 0 a 3 años, de 5 a 7 años y de 12 a 17 años.

Los pediatras coinciden en que el sobrepeso infantil no es una broma, como muchos creen. Los niños con sobrepeso pueden padecer posteriormente una amplia gama de problemas, desde irritabilidad e insomnio hasta enfermedades cardíacas, vasculares y diabetes.

Por eso, los médicos recomiendan a los padres que traten de prevenir la aparición de exceso de peso en el niño, especialmente si en la familia existe tendencia a la obesidad.

Lea más en la publicación científica Acta Paediatrica.

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